«Pedaleo por cada víctima del terror»
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Llega a Valencia un guardia civil retirado dispuesto a recorrer en bicicleta 1.341 kilómetros de toda España por quienes han sufrido «cualquier terrorismo»·
Llega a Valencia un guardia civil retirado dispuesto a recorrer en bicicleta 1.341 kilómetros de toda España por quienes han sufrido «cualquier terrorismo»«He tomado como referencia los 1.341 indemnizados por España hasta 2013 por ser víctimas del terrorismo. Pedaleo por cada uno de ellos. Porque quiero sufrir en la carretera para recordar lo que ellos y sus familias padecieron». Esta es la gesta reivindicativa en ... la que se ha embarcado Jesús Gallardo, un guardia civil de 60 años ya retirado que ayer recaló en Valencia a golpe de pedal.
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Gallardo nació en Aranjuez y estuvo ocho meses destinado en Tráfico en Valencia. En aquellos tiempos su hogar fue el cuartel de la Benemérita en Alzira. «Yo no he sufrido directamente el terrible dolor del terrorismo, pero sí he sentido la pena por compañeros asesinados en Navarra. Dos muertos por ETA y ocho heridos«, rememora.
Hoy vive en Valdemoro (Madrid) y el sábado pasado inició su periplo en bicicleta por toda España, partiendo de Sangüesa (Navarra). Luce un maillot blanco en el que se lee «en memoria de víctimas del terrorismo». Le acompaña su mujer en autocaravana «para descansar y el avituallamiento en carretera». Su recorrido culminará el próximo domingo en su tierra madrileña.
Jadeando, agotado y emocionado, Gallardo completó ayer la tercera etapa de su particular tour contra el terror: 95 kilómetros tras partir a las nueve de la mañana de Castellón de la Plana. Circuló por la Llosa, Almenara, Sagunto, Puçol, la Pobla de Farnals y Meliana. Pasada la una de la tarde, alcanzó la meta: la puerta puerta principal del Ayuntamiento de Valencia. Sin ninguna autoridad para recibirle, pero escoltado por dos policías locales y con el abrazo sincero y reconfortante de cuatro familiares víctimas del azote del terrorismo de ETA y GRAPO. «Su cariño es lo mejor que me llevo. Nuestras víctimas se lo merecen todo y no debemos olvidarlas nunca», recalcó el exguardia madrileño.
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«Me apena e indigna que los políticos se olviden de las víctimas del terrorismo. A mí me da igual que me reciban o no. Yo no quiero ser protagonista. Pero deberían estar siempre al lado de las familias. Yo comuniqué mi iniciativa, no me respondieron... En fin, allá cada uno...«. Fuentes del Ayuntamiento de Valencia aseguraron que no tenían constancia del escrito de Gallardo informando de su ruta y llegada al consistorio para homenajear y visibilizar al colectivo.
Con todo, al guardia en ruta, un roble de las dos ruedas pese a sus seis décadas, le colmó sobradamente el cariño de las personas allí congregadas. Estaba Isabel Morell, valenciana de Oliva y delegada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), quien aún se emociona al recordar aquel 16 de agosto de 1996 en el que sufrió junto a su marido un atentado de ETA con lanzagranadas en el cuartel de Yesa (Navarra). «Todavía sufrimos las secuelas de aquella barbarie y gestos como los de Jesús son encomiables», ensalzó.
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Enrique Gisbert, de Manises, también chocó puño con el ciclista en señal de agradecimiento. «ETA asesinó a mi cuñado Antonio García. Tenía 20 años, era guardia civil y lo ametrallaron cobardemente en Marquina (Vizcaya) mientras comía con otros tres compañeros». Para Enrique «la iniciativa de este hombre», en referencia a Gallardo, «es loable y son cosas así las que hacen que las víctimas nos sintamos apoyadas a pesar del olvido y traición de tantos políticos».
Charo Íñigo perdió a su hermano Miguel Ángel a los 22 años, «cuando trabajaba en su primer destino en el cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián). Ametrallado junto a un compañero, en mayo de 1978», lamenta.
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Ese mismo año sigue doliendo en la memoria de Lola Hermosa, también presente en el recibimiento a Gallardo. Ella es la viuda del policía nacional Luis Antonio Rodríguez, una vida arrebatada por el GRAPO. «Tenía 23 años y su hija, 9 meses. Ella ha crecido sin padre por culpa del terrorismo». La mujer agradeció al ciclista de Valdemoro «su valor, mérito y gran valentía».
El deportista dispone de una hoja de ruta en la que cita a víctimas de cada etapa en función del territorio. La de ayer fue en memoria del «muerto y nueve heridos en 1995 en un centro comercial, el coche bomba que en 1990 dejó a una mujer sin piernas y a otras 11 personas heridas o el asesinato de un tiro en la nuca del profesor Manuel Broseta el 15 de enero de 1992».
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En al afán por completar sus recorridos el exguardia no escatima en humanidad. En Cambrils socorrió a un ciclista accidentado al que practicó los primeros auxilios durante diez minutos. Confía en que su salud no le falle y su agotamiento sirva para que la memoria de las víctimas luzca siempre maillot amarillo.
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