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Javier Martínez
Valencia
Lunes, 28 de octubre 2024, 14:19
Un grupo de peritos inspeccionó este lunes el motor del frigorífico considerado como el principal foco del devastador incendio que causó la muerte de 10 personas, el 22 de febrero de 2023, en dos edificios del barrio de Campanar en Valencia.
La diligencia de investigación ... fue acordada por el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia después de que las compañías aseguradoras solicitaran poder examinar el motor calcinado de la nevera, «el único y principal foco del fuego», tal y como afirma el informe técnico de la Policía Científica.
La inspección comenzó pocos minutos después de las diez de la mañana en una sala de la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde acudieron los peritos de las compañías, y tuvo una duración aproximada de dos horas. Los seis peritos grabaron vídeos y tomaron fotografías de las piezas de hierro quemadas, en presencia del letrado de la Administración de Justicia, pero no pudieron tocarlas.
Dos funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Científica trasladaron los restos del motor en una caja de cartón precintada para garantizar la cadena de custodia, y una vez que los peritos terminaron la inspección, los policías llevaron las piezas de la nevera a un depósito judicial.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, los investigadores determinaron que una fuga del gas refrigerador de la nevera provocó las primeras llamas. El fuego se propagó luego con rapidez dentro de la vivienda número 86, quemó el comedor y la terraza y se extendió por la fachada del edificio.
El incendio destruyó todos los elementos que no eran metálicos del frigorífico, desprendiendo las puertas frontales, y el condensador con forma de rejilla metálica rectangular estuvo sometido a fuego y calor, creando un orificio en su parte central. Según el informe policial, esta afectación «resulta disonante y difícilmente explicable con el desarrollo del incendio».
Los expertos contratados por las compañías de seguros realizaron dos inspecciones en la casa donde se inició el fuego, pero no pudieron examinar entonces el motor calcinado de la nevera de la marca Beko, que fue trasladado a las dependencias de la Policía Científica.
La mayoría de las 138 viviendas destruidas por el fuego tenían hornos, vitrocerámicas, campanas extractoras de humo y microondas de la marca Bosch, y el resto de electrodomésticos (lavadoras, lavavajillas, termos y frigoríficos) fueron comprados o renovados por los propietarios después de comprar los pisos.
Tras las inspecciones realizadas en las viviendas quemadas, cada uno de los investigadores deberá elaborar su informe sin compartir las conclusiones, aunque sean similares. Algunos de ellos creen también que el foco del incendio es la nevera, pero otros no están de acuerdo con las conclusiones del informe de la Policía Científica.
Estos últimos consideran que si la causa del incendio hubiese sido una fuga del gas refrigerador, «antes de inflamarse se habría formado una bolsa de gas y cuando estuviese en su rango explosivo o de inflamación, la simple chispa del relé del termostato habría sido la fuente de ignición, provocando una explosión de la bolsa de gas», afirma uno de los peritos.
Pero esta circunstancia no ocurrió en el siniestro de Campanar, según el investigador privado, ya que no se registró «ninguna explosión». Sin embargo, otro experto asegura que podría haberse registrado una deflagración cuya onda expansiva no habría dejado señales.
La conclusión del informe policial no coincide con la principal hipótesis que baraja uno investigadores contratado por una de las compañías de seguros. Este experto también inspeccionó la cocina donde se inició el fuego y encontró evidencias que indicarían otro causa diferente, concretamente un fallo en otro electrodoméstico. Los investigadores privados también hallaron restos de una gran mancha de aceite en el suelo de la cocina, junto al mobiliario calcinado, lo que habría facilitado la combustión después de las primeras llamas.
Según el informe policial, la etiología del incendio es de «carácter accidental». Los agentes de la Policía Científica inspeccionaron de forma minuciosa el cableado y las conexiones de la nevera que no fueron destruidas por el fuego, «sin descubrir ninguna señal, aparentemente, de cortocircuito o mal funcionamiento».
Sin embargo, la Policía asevera que no puede descartar el origen eléctrico del fuego «debido al alto grado de destrucción de la zona y al rigor técnico de los investigadores», ya que estos no pueden establecer «fehacientemente la fuente de ignición».
Synthesis Investigación de Siniestros y Oficina Técnica de Ingeniería Forense (OTIF) son dos las empresas contratadas por las aseguradoras para investigar las causas del incendio y su rápida propagación. Entre las compañías que se han personado en la causa se encuentran Mapfre España, Caser Seguros Generales, Allianz Compañía de Seguros y Reaseguros S.A., Zurich Insurance PLC y Reale Seguros Generales.
El trágico incendio tuvo lugar el 22 de febrero de 2023 en un complejo de dos edificios en la confluencia de las calles Poeta Rafael Alberti y las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés, en el distrito de Campanar en Valencia. El fuego se inició sobre las 17:30 horas en la cocina de la vivienda número 86 y se extendió en poco tiempo al comedor y la fachada tras reventar los cristales de las ventanas del balcón.
El fuego destruyó en pocas horas dos bloques de 10 y 14 plantas con 138 viviendas en las que vivían 450 personas. Las rachas de viento alcanzaron los 60 kilómetros por hora entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche del 22 de febrero.
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