Martes, 9 de junio 2020
El apellido Anglés sigue manchado de sangre e implicado en graves delitos. Tres hermanos del presunto asesino de las niñas de Alcàsser, Carlos, Mauricio y Roberto, se enfrentan a penas de entre cinco y doce años de prisión por extorsionar, golpear y amenazar con una pistola y una jeringuilla al propietario de una gasolinera. Los tres hermanos Anglés, que realizaron un cambio de apellidos hace años en el Registro Civil, y un cuarto individuo serán juzgados en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia por los delitos de extorsión, lesiones, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública.
Publicidad
Según el Ministerio Público, los acusados abordaron en la casa de uno de ellos en Massanassa a David R. J., el dueño de una gasolinera al que habían citado para recriminarle que hubiera robado 500.000 euros que Carlos M., el hermano pequeño de Antonio Anglés, ocultaba en un Ferrari.
Cuando la víctima negó la acusación, Roberto le apuntó con una pistola a la cabeza, le amenazó con clavarle una jeringuilla infectada de sida y le dijo que moriría en tres días. Mauricio también llevaba en su mano una pistola eléctrica para intimidarlo.
Después, los cuatro individuos propinaron patadas y puñetazos al hombre y así consiguieron doblegar su voluntad para obligarle a acompañarles a una notaría de la localidad de Benetússer, donde firmó la cesión del 40% de las acciones que poseía en una gasolinera de Yecla (Murcia) a favor de Carlos, que era copropietario de la empresa. Los cuatro procesados trasladaron a David en un coche a la notaría y dos de ellos se sentaron con él en los asientos traseros para que no pudiera escapar, según el escrito de acusación del fiscal.
El más pequeño de los hermanos de Anglés tendió una trampa a la víctima cuando le dijo que tenían que hablar sobre la gasolinera que ambos regentan. David subió al coche de su socio y ambos se trasladaron al domicilio de Carlos en Massanassa, donde esperaban dos de sus hermanos y un tercer individuo en el garaje de la casa para golpear y amenazar a la víctima.
Publicidad
Carlos M., de 40 años, deberá afrontar una responsabilidad penal aumentada por los delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, ya que la policía intervino hachís, heroína y una pistola Glock durante el registro de su casa en Massanassa. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) arrestaron a los cuatro individuos tras la denuncia que presentó el empresario agredido en enero de 2018. Durante el registro de la vivienda de Carlos, los policías se incautaron de 78 gramos de hachís, 19 gramos de heroína y dos dosis de cocaína. La droga estaba oculta en un altillo del dormitorio principal.
El fiscal pide doce años de cárcel para Carlos, siete años de prisión para Roberto, y cinco años de cárcel para los otros dos acusados. El juicio estaba señalado para este martes en la Sección Cuarta de la Audiencia de Valencia, pero se suspendió al no llegar las partes a un acuerdo de conformidad.
Publicidad
Cuatro empresas
Entre los años 2011 y 2017, el pequeño de los hermanos Anglés ha figurado como administrador único de cuatro empresas de hostelería, administración y contabilidad, venta y distribución de productos petrolíferos, albañilería y construcción de viviendas. El capital social de estas firmas asciende a 150.000 euros.
La Policía registró también un Ferrari y un Audi que Carlos y su pareja tenían en su garaje, y se incautaron de varios documentos mercantiles. El principal inculpado declaró que había comprado la pistola en el mercado negro para defenderse de otros delincuentes. El hermano pequeño de Anglés había sufrido un intento de secuestro días antes de la extorsión, según un familiar del delincuente, y esto le habría empujado a conseguir el arma. Días después de que fuera detenido por los agentes de la Udyco, Carlos devolvió las acciones a la víctima para rebajar la pena a la que se enfrentará en el juicio.
Publicidad
Historial delictivo
Antes y después de que aparecieran los cadáveres de las tres niñas de Alcàsser, los hermanos de Anglés fueron detenidos por su implicación en numerosos delitos. Carlos ya fue apresado en el año 2000 por un robo, pero tiene menos antecedentes delictivos que sus hermanos mayores.
Los Anglés han sido compañeros de delito en numerosas ocasiones, en especial Mauricio y Roberto, quienes ya fueron acusados, junto a su hermano Antonio y Miguel Ricart, de un atraco a un banco en Buñol en 1992. En aquellos años, Mauricio era todavía menor de edad pero ya seguía los pasos de sus hermanos.
Publicidad
Roberto agredió a varios periodistas en la Audiencia de Valencia cuando el apellido Anglés estaba en boca de criminólogos, periodistas y jueces casi a diario. Roberto también fue condenado por un delito de tráfico de drogas, y extorsionó con Mauricio a un médico para que firmara más de 100 recetas con las que ellos consiguieron fármacos.
Según las investigaciones de la Udyco, Carlos podría dedicarse al tráfico de drogas, presuntamente, desde hace años, aunque en el registro de su casa solo hallaron pequeñas cantidades de hachís y heroína.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.