Piden 15 años de cárcel para un padre por intentar abusar de su hija, que huyó lanzándose al tendedero

La Fiscalía ha pedido este martes 15 años de cárcel para un hombre acusado de agredir sexualmente y abusar en agosto del pasado año de una de sus hijas, una menor de 15 años en la actualidad, que huyó de su progenitor lanzándose a través de una ventana al tendedero de su casa, ubicada en Valencia. El juicio ha quedado visto para sentencia en la sección cuarta de la Audiencia.

La menor, que en la actualidad reside en un centro de acogida, ha declarado llorando, protegida con mampara y se ha mostrado «muy agobiada». Según su relato, su padre le dijo que iba a revisarla (comprobar si era virgen) y se produjo el abuso sexual; intentó defenderse con unas tijeras, logró huir a través de la ventana y quedó suspendida del tendedero. Asimismo, ha afirmado temer a sus padres: «Me daba miedo que me pegasen. Si yo hacía algo para ellos era siempre algo malo. Yo me crié de otra forma», ya que su infancia transcurrió en Bolivia con su abuela.

El acusado, actualmente en prisión por estos hechos, ha indicado que no recordaba que la adolescente le hubiera atacado con unas tijeras y que no sabía que durmiera con ellas, así como que desconocía por qué había acabado en el tendedero.

Los hechos se remontan a la noche del 7 de agosto de 2019 mientras el hombre y sus hijos estaban en el domicilio familiar y el padre entró a la habitación de una de las hijas, de 14 años, y le instó a quitarse el pantalón y ropa interior tras decirle que quería comprobar «si era virgen», como sostienen las acusaciones.

La chica cogió unas tijeras que tenía guardadas debajo de la almohada y se defendió del padre con ellas para librarse de él. El hombre la agarró hasta que la menor llamó a gritos a una hermana y después escapó a través de una ventana y quedó suspendida del tendedero, en un cuarto piso y desde el que fue rescatada posteriormente por la Policía.

Según las acusaciones, el padre ya había abusado de la menor un año antes, en agosto de 2018, sin que la víctima lo contara a nadie. La menor, que según los informes psicológicos sufre estrés post-traumático, durante su declaración ha afirmado que en ese momento se despertó al notar que le metía la mano por debajo del pantalón, aunque sin llegar a tocarla. Ese año decidió dormir protegida con un cuchillo y más tarde con unas tijeras, según el fiscal.

Durante el juicio, el padre ha explicado que en agosto del pasado año entró al cuarto para preguntar a la menor cómo estaba, y ha admitido que quería además comprobar visualmente si era virgen a partir de un supuesto abuso que la niña sufrió por parte de un familiar en Bolivia, y que la víctima ha afirmado en la vista que lo declaró en su día para que su padre la dejara en paz.

El progenitor ha negado tocamientos ni en esta ocasión ni en 2018. En esta línea, ha afirmado que tampoco es cierto que la grabara, como había expuesto la joven, con su móvil cuando ella se duchaba.

Durante las declaraciones, los padres han explicado que pertenecen a la Iglesia Evangelista, que rechazan cualquier tipo de abuso sexual y actitud similar y testigos han apuntado que la hija les reprochaba la forma de educarla y que eran muy estrictos atendiendo a sus creencias religiosas, así como que la menor tenía miedo a su padre y que no se sentía respaldada por la madre.

En la vista han declarado también la madre, que estaba trabajando cuando sucedieron los hechos y ha expuesto que los conoció por la Policía. Asimismo, han comparecido vecinos y los policías que asistieron a la menor, que han señalado que esta decía que su padre la quería violar y han destacado que nadie abría la puerta de la casa y que tuvo que ser derribada.