Los pinchazos telefónicos implican a la cuidadora y al sacerdote investigados por la muerte de un anciano en Cullera

Las conversaciones telefónicas entre el sacerdote y la cuidadora acusados de matar a un anciano de 91 años para quedarse con la herencia son una prueba clave en la investigación de la Guardia Civil. Como ha avanzado À Punt y ha podido confirmar LAS PROVINCIAS, Jesús S. y Remedios prepararon juntos lo que iban a declarar ante el juez.

El sacerdote le dijo a la cuidadora: «Van a por ti en todo lo que sea posible» a lo que la investigada le responde «¿A por mí? ¡A por ti también irán!» En la conversación, Jesús S. se muestra muy tranquilo con su impunidad: «¡A por mí no, irán a por ti».

Los dos investigados se encuentran en libertad provisional con medidas cautelares como la prohibición de abandonar el territorio español después de comparecer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sueca hace una semana.

Por teléfono, el párroco y la cuidadora del abuelo hablaban de que ella debía decir al juez que sólo le había «dado la medicación que le tocaba». En una de las conversaciones con su hermano, la mujer, refiriéndose al sacerdote, le dijo: «Él quería cobrar 15 mil euros... Pero él quería cobrar lo que dijo el notario... Le daré lo que yo creo que puedo darle...». Al final, el encausado recibió seis mil euros.

Al parecer, sólo cuatro días después de que la cuidadora entrara en casa de José Félix este empezó a sufrir alucinaciones. A los 18 días la llevó a un notario para desheredar a su sobrino y la nombró heredera universal a cambio de cuidarlo sin cobrar (aunque supuestamente la investigada siguió cobrando los mil euros). El hombre murió a los dos meses de cambiar su testamento y donar todos sus bienes a ella.

Fue el sobrino el que denunció a ambos tras la muerte de su tío José Félix. Ahora se les investiga como presuntos autores de un delito de extorsión y de homicidio.

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