El juzgado agiliza los trámites para los entierros tras finalizar la identificación de las 10 víctimas

La Policía Científica y el equipo de forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia han concluido ya las labores de identificación de las diez víctimas mortales del incendio de Campanar. Una vez cotejados los perfiles genéticos, el juzgado contactará ahora con los familiares de los fallecidos para entregarles algunos efectos personales que los bomberos lograron salvar de la llamas, y para tramitar también las licencias de enterramiento, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

El juez instructor ha recibido ya el resultado de los análisis de laboratorio realizados por la Policía Científica para la identificación completa de las diez víctimas mortales, y ha remitido el informe policial al Instituto de Medicina Legal de Valencia para que realice los correspondientes cotejos de ADN.

El dispositivo de trabajo de los forenses se prolongó desde el viernes hasta las 13 horas de este martes, cuando terminaron los últimos estudios antropológicos de las víctimas, cuyos cuerpos estaban totalmente calcinados.

Las propuestas de identificación forense concluyeron el lunes y «fueron plenamente coincidentes» con los resultados de identificación genética realizados por la Unidad de Análisis e Investigación de la Escena del Crimen de la Comisaría General de Policía, según han informado fuentes jurídicas.

Entre médicos forenses, facultativos, técnicos de autopsia y ayudantes de laboratorio participaron una treintena de especialistas pertenecientes a los diferentes departamentos de los servicios de Patología y Laboratorio del Instituto de Medicina Legal de Valencia, entre los que se encuentra la Unidad de Antropología y Odontología Forense.

Los funcionarios del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia han empezado ya a contactar con los familiares de los fallecidos para que puedan recoger los efectos personales de sus seres queridos. Y una vez cumplimentados todos los trámites, el juez autorizará la entrega de los restos mortales y la expedición de las correspondientes licencias de enterramiento e incineración para la celebración de los funerales.

Además, el magistrado que dirige la investigación del incendio de Campanar, en el que fallecieron diez personas, autorizó este martes la entrada de los vecinos al complejo residencial para que pudieran retirar enseres personales (cajas fuertes, juguetes y otros objetos) y los vehículos estacionados en las tres plantas del garaje.

El magistrado tomó esta decisión después de que la Policía Nacional le comunicara que esta medida no afectaba a la investigación sobre el siniestro. En cualquier caso, la autorización judicial excluye expresamente al inquilino del piso número 86 del bloque de 14 plantas donde se originaron las llamas, ya que los investigadores de la Policía sitúan el foco del incendio en esta vivienda.

Como ya informó LAS PROVINCIAS, los especialistas de la Policía Científica hallaron indicios de un fallo eléctrico en la casa donde se inició el devastador incendio. Tras una primera inspección del piso y la terraza, los investigadores creen que un cortocircuito, una sobrecarga o un choque eléctrico por contacto con elementos en tensión pudo ser el origen del fuego.

Los agentes de la Unidad de Análisis e Investigación de la Escena del Crimen de la Comisaría General de Policía, con el apoyo de la Brigada Provincial de Policía Científica de Valencia, se hicieron cargo de la inspección para determinar las causas del incendio. Un fallo en un calentador u otro aparato conectado a la red eléctrica es la principal hipótesis que barajan los investigadores, aunque otras fuentes señalaron que el origen del fuego pudo ser el motor de un toldo.

Los agentes del Grupo de Homicidios han visionado vídeos grabados por los vecinos en los primeros momentos del incendio, y han tomado también declaración a testigos, el portero del complejo, familiares de las víctimas, así como a bomberos y policías.

Cuando se inició el fuego en la vivienda número 86, el inquilino no se encontraba en su domicilio. Tras localizarlo y hablar con él, la Policía ya comenzó a sospechar que la causa del incendio podría ser un fallo eléctrico.

El siniestro fue atípico con unas condiciones muy específicas: fuertes rachas de viento, gotas de fuego al arder el cubrimiento y el efecto chimenea de la fachada ventilada. Un incendio inusual que se cobró la vida de 10 personas que siguieron las instrucciones de los bomberos, pero se salvaron otras muchas que utilizaron dos ascensores para bajar de los pisos superiores, justo lo que no hay que hacer en un edificio en llamas.

En este trágico caso, el fuego se propagó por la cámara de la fachada, lo que convirtió la estructura en una gran antorcha. Nada más llegar al complejo, los bomberos aplicaron el protocolo de confinamiento, que se vino al traste en minutos, y cuando cambiaron la estrategia de salvamento ya era demasiado tarde.

De los cuatro ascensores que tenía el complejo, dos de ellos estaban averiados, y un gran número de personas utilizaron los otros dos para huir de las llamas cuando vieron que las escaleras estaban llenas de humo, según los vecinos.

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