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Un buque de contenedores arriba al puerto de Valencia. EFE/Kai Försterling

Una banda utilizaba a «hombres araña» para escalar pilas de contenedores en Valencia y sacar la cocaína

La Policía desarticula una organización que introducía grandes cantidades de droga en España y otros países de Europa | Algunos de los arrestados estaban vinculados con una facción belga de la banda motera Ángeles del Infierno

Javier Martínez

Valencia

Sábado, 5 de abril 2025, 11:41

La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada a introducir cocaína en España a través del puerto de Valencia. Los agentes antidroga detuvieron a 20 personas, 17 en España, dos en Bélgica y una en Francia, en una operación coordinada por Europol y realizaron 11 registros en los que intervinieron más de 1.000 kilos de cocaína, monederos virtuales, dos armas de fuego, ocho vehículos de alta gama, armas prohibidas, 15.000 euros en efectivo y un camión.

El grupo delictivo contaba con «hombres araña» que escalaban por las pilas de contenedores del puerto hasta llegar al que llevaba la cocaína para abrirlo, sacar la droga y trasladarla en una camión a las 'guarderías', los lugares donde almacenaban los alijos. Algunos de los arrestados estaban vinculados con una facción en Bélgica de la banda motera Ángeles del Infierno, que se dedicaban a controlar y recuperar los envíos del estupefaciente.

La investigación policial se inició hace un año cuando se detectó la existencia de una organización criminal dedicada a la introducción de contenedores con cocaína en el puerto de Valencia. La red utilizaba el método del gancho ciego o 'rip-off'.

Este procedimiento delictivo consiste en ocultar la cocaína en un contenedor con mercancía legal en el país de origen, sin el conocimiento del exportador ni del importador, para luego retirar la droga en el puerto de destino antes de que el cargamento llegue al final de la ruta. De este forma, los narcotraficantes pretenden eludir los análisis que realizan los servicios aduaneros para detectar los envíos de cocaína.

Los envíos de droga al puerto de Valencia eran gestionados por la figura del ‘power broker’, un intermediario respetado en el mundo del crimen organizado internacional. Este individuo establecía las condiciones para cerrar el trato entre redes colombianas y los líderes de la organización en Europa, conocidos en el argot policial como HVT (high value target).

Una vez descargada la droga, la banda iniciaba el rescate a través del HVT, el encargado de dirigir la operación. Para ello contaba con una estructura que les facilitaba el acceso al puerto y les marcaba los contenedores con droga. De la extracción de la cocaína se encargaban los «hombres araña», quienes escalaban por las pilas de contenedores provistos de herramientas como cizallas, radiales y otros útiles para fracturar los precintos y elementos de seguridad.

Estos mismos individuos trasladaban la droga a la cabina de un camión, cuyo conductor también formaba parte de la banda o cobraba una importante cantidad de dinero por llevar el alijo a una ‘guardería’. Tras ser almacenada y custodiada por miembros de la organización durante unos días, la cocaína era distribuida por distintos países de Europa.

Durante las investigaciones, los policías comprobaron que el líder de la facción de Bélgica era uno de los criminales más importantes del país, un prófugo desde hacía cuatro años. A este fugitivo le constaba una reclamación roja de Interpol para su detención y extradición. El narcotraficante se ocultaba en chalés de lujo de la costa de la Comunitat Valenciana y controlaba la dirección del grupo delictivo con el apoyo de un miembro de la banda motera Hells Angels de Bélgica.

La localidad de Dénia era la base de operaciones de la logística financiera. En esta población residía uno de los intermediarios de la organización, un hombre relacionado con el mundo de la lucha profesional MMA, que también fue arrestado junto a su entrenador.

Como estos individuos eran peligrosos y podían ofrecer resistencia, pidieron apoyo al Grupo Especial de Operaciones (GEO) y el Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) para asaltar sus domicilios y detenerlos. Los dos hombres tienen numerosos antecedentes por delitos graves.

Durante la operación, que ha contado con varias fases, los agentes antidroga han detenido a un total de 17 personas en España (14 en Valencia y tres en Alicante), dos en Bélgica y una en Francia. Diez de los miembros de la banda ingresaron en prisión, y uno de los arrestados en Bélgica quedó privado de libertad a la espera de su entrega a nuestro país.

Además, los investigadores bloquearon ocho propiedades inmobiliarias, 27 cuentas bancarias y monederos virtuales de criptomonedas, y se incautaron de dos armas de fuego, ocho vehículos de alta gama, relojes de lujo, numerosas armas prohibidas (como una pistola eléctrica, defensas extensibles, puños americanos y machetes), 15.000 euros, así como 1.000 euros en billetes falsos, 60 teléfonos móviles, un camión y múltiples herramientas utilizadas para la extracción de droga de los contenedores en el puerto de Valencia.

Los policías realizaron 11 registros, nueve de ellos en España, en los que intervinieron 1.078 kilos de cocaína, y detuvieron a otro miembro de la organización criminal belga investigada. Este delincuente era considerado el lugarteniente del HVT de Bélgica. Y en Francia arrestaron a otro individuo que financiaba la organización y que tenía pendiente una orden europea de detención y entrega.

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