Los policías de Silla investigados realizaban servicios de paisano sin autorización

Según el atestado policial remitido al juzgado, el comisario y los cuatro agentes municipales investigados asumieron funciones de Policía Judicial para realizar operativos antidroga con el consentimiento del alcalde de Silla, y remitieron diligencias a la Guardia Civil con relatos de hechos falsos para justificar sus actuaciones.

La Policía Local de Silla realizaba investigaciones y operativos de vigilancia con agentes de paisano, sin pedir ninguna autorización a la Delegación del Gobierno, para detener a pequeños traficantes.

Durante las investigaciones de la Operación Connivencia, la Guardia Civil realizó servicios de contravigilancia a varios policías locales para comprobar si cometían alguna ilegalidad. De esta forma y con los datos obtenidos en las escuchas telefónicas, los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Paiporta constataron cómo la Policía Local de Silla exponía en algunas de sus diligencias hechos que no habían sucedido.

En una de las intervenciones, los policías municipales siguieron y detuvieron a un sospechoso de cultivar marihuana en su vivienda en Silla. Los agentes no pudieron intervenirle las plantas de cannabis por un fallo en el operativo. El presunto traficante, que conducía una furgoneta, logró despistarlos y cuando los policías registraron el vehículo solo encontraron sacos de tierra.

Sin embargo, los agentes arrestaron al sospechoso por un delito de conducción temeraria, que no habría cometido, realizaron las correspondientes diligencias y las remitieron a la Guardia Civil. El jefe de la Policía Local habría inducido a sus agentes a cometer el presunto delito de falsedad documental. También omitieron que varios de los policías vestían de paisano.

 Según la ley de coordinación de policías locales de la Comunitat Valenciana, los agentes deben vestir uniforme reglamentario «en el ejercicio de su funciones», pero la alcaldía puede autorizar que vistan de paisano «en determinados puestos de trabajo o por necesidades del servicio».

El alcalde de Silla habría autorizado, al parecer, que los policías locales vistieran de paisano en algunos servicios, pero niega cualquier implicación en los delitos que investiga la Guardia Civil.

Aunque la normativa vigente obliga a reflejar el número de servicios de policías de paisano en un cuestionario para remitirlo al órgano autonómico con competencia en seguridad, todo parece indicar que tampoco lo hicieron.

La Operación Connivencia, nombre que le dio la Guardia Civil por la confabulación entre el jefe de la Policía Local de Silla y la dueña de un 'narcopiso', se saldó el pasado mes de mayo con la detención en Silla y Burjassot de cuatro mujeres y tres hombres de entre 32 y 63 años de edad, todos de nacionalidad española.

En su declaración ante la Guardia Civil, la traficante inculpó al jefe de la Policía Local al manifestar que le facilitaba información a cambio de que hiciera «la vista gorda», es decir que no impidiera que ella vendiera droga en su vivienda.

Además, la traficante dio detalles de una reunión que habría mantenido con el comisario, y explicó que tuvo que dejar su teléfono móvil fuera de la habitación donde estuvieron hablando unos minutos. Según su versión, la mujer recibió presiones para delatar a los pequeños traficantes que le suministraban droga e incluso asegura que realizó pedidos por exigencias del comisario. De ser cierto, el jefe de la Policía Local podría ser acusado de inducción al delito.

El comisario y otros cuatro policías locales de Silla están siendo investigados, por el momento, por omisión del deber de perseguir delitos, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.