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Tres policías locales rescataron a una bebé y una niña de cuatro años de su casa llena de humo en Valencia después de que la madre de las dos pequeñas intentara incendiar la vivienda, presuntamente, y se lanzara desde un tercer piso. La rápida intervención de los tres agentes frustró lo que podría haber sido un doble infanticidio.
Los hechos sucedieron sobre las tres y media de la madrugada del miércoles en la calle Periodista Badía. Tras recibir el aviso de que una mujer se había precipitado desde el balcón de su vivienda, varias patrullas de la Policía Local y Policía Nacional acudieron con urgencia al lugar.
Una estudiante francesa fue la primera persona que auxilió a la madre de las niñas. «Escuché un fuerte golpe y los gritos de una mujer que pedía ayuda», afirmó Lisa Longueepee, que llamó de inmediato al 112. La joven universitaria, que estaba durmiendo con la ventana abierta de su habitación, bajó a la calle para ayudar a la víctima.
«Tenía una herida sangrante en la cabeza. Estaba consciente y decía que quería morirse», manifestó la estudiante. «Los policías llegaron muy pronto, pero la ambulancia tardó mucho», añadió la joven. Mientras esperaban la llegada de un equipo del SAMU (Servicio de Ayuda Médica Urgente), los agentes no dejaron de hablar con la mujer para que no perdiera la consciencia.
«Dijo que sus hijas estaban solas en la casa y entonces los policías subieron al tercer piso», explicó Lisa con el rostro cariacontecido. Cuando los agentes de la Policía Local llegaron a la vivienda, la puerta estaba cerrada y olía a humo en el rellano, un mal presagio.
El padre de las niñas se encontraba de viaje y la madre estaba gravemente herida en la calle, por lo que los policías no dudaron en propinar patadas a la puerta para entrar en la casa. Temían por la vida de las dos hermanas pequeñas. Fueron momentos de gran tensión, nerviosismo y peligro. Las menores corrían riesgo de morir por intoxicación de humo.
Los agentes se turnaron para dar golpes a la puerta, aunque finalmente lograron abrirla con el método del resbalón, que consiste en introducir una lámina o tarjeta entre el marco de la puerta y el pestillo para deslizarlo. Tras acceder a la vivienda, los policías entraron en las habitaciones para buscar a las niñas y descubrieron que se encontraban bien a pesar de que el pasillo estaba lleno de humo.
Uno de los agentes cogió en brazos a la bebé y la puso a salvo mientras sus compañeros auxiliaban a la otra menor y sofocaban un conato de incendio en la cocina. Varios papeles quemados dentro del horno habían provocado un pequeño fuego en el electrodoméstico.
Tras ventilar la vivienda, los policías avisaron a Servicios Sociales para que se hicieran cargo de las niñas y realizaron también gestiones para localizar al padre. La madre fue trasladada con lesiones graves a un hospital.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia se hizo cargo de las investigaciones ante la sospecha de que la mujer quemó los papeles dentro del horno con la supuesta intención de provocar un incendio que podría haber acabado con la vida de sus dos hijas. La rápida actuación de los policías de la Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) fue clave para que las niñas resultaran indemnes.
La madre de las niñas es de nacionalidad americana y lleva muy poco tiempo viviendo en régimen de alquiler en la vivienda donde sucedieron los hechos, según los vecinos.
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