

Secciones
Servicios
Destacamos
Sin hogar. Sujetos a la esperanza de poder regresar a sus domicilios este viernes una vez se restablezca el suministro de agua. Los vecinos de las fincas colindantes al bingo Mediterráneo de la calle Pintor Benedito, que quedó complemente calcinado tras sufrir un incendio, todavía no han podido realojarse en sus casas tras el accidente.
Les queda poco para volver a sus casas. En teoría. También les dijeron que las obras se finalizarían en el plazo de un mes. La fecha ya se ha superado. Uno de los vecinos cuenta que está previsto que este viernes puedan regresar a sus domicilios. Sin embargo, el hombre no las tiene todas consigo. «Hoy tenían que venir los fontaneros y aquí no están... He estado preguntando y todavía quedan tres bajantes por reparar», lamenta. Se ha acercado a la finca para observar el estado de las obras y comprobar con sus propios ojos si podrá volver a su casa dentro de poco tiempo.
El residente se ha quedado desencantado. Apura un cigarro mientras observa al empleado de la limpieza tirar los desperfectos a un contenedor habilitado. Solamente hay un operario trabajando. A simple vista se puede observar que todavía queda mucho trabajo por hacer. Un espeso olor a humo inunda la calle de Pintor Benedito.
En un principio, a los vecinos se les informó de que en un mes ya tendrían restaurados todos los suministros. El tiempo avanza, y las obras transcurren más lentas de lo que estaba previsto. «Es una faena. Yo he tenido la suerte de que tengo una segunda residencia pero no es lo mismo que estar en casa», confiesa el hombre.
La vivienda en la que habita ahora está a 30 kilómetros de Valencia. Acostumbrado a vivir en una zona céntrica de la ciudad, se le hace un mundo los viajes que tiene que hacer día sí y día también para poder ir a trabajar. Pero el haberse cambiado de residencia no sólo le perturba en lo que a su vida laboral se refiere.
Recién pasadas las Fallas, el afectado reconoce que no ha podido acercarse a la ciudad para disfrutar del ambiente. Los cortes de circulación y el tráfico hicieron imposible que acudiera para participar en los actos falleros. Además, «estoy acostumbrado a pasear andando por las fallas y venir con el coche era un follón», asegura.
Como él, más de una treintena de vecinos llevan un mes y medio fuera de sus hogares. Aunque el suministro de gas se restableciera pocos días después de que ocurriera el siniestro, restablecer el agua está costando. Las primeras hipótesis barajan que las llamas comenzaron en las cocinas del bingo Mediterráneo de la calle Pintor Benedito y que después se propagaron hasta calcinar por completo todo el local.
Otro residente acude a su casa para dar de comer a sus gatos. Él también ha ido a vivir a su segunda residencia. Sin embargo, acude periódicamente para cerciorarse de que sus animales se encuentran en buenas condiciones. «Al perro me lo llevé conmigo pero los gatos se ponen muy nerviosos si los sacas de su entorno así que por eso los dejé aquí y voy viniendo para ver cómo están», comenta el hombre de avanzada edad.
«Llevamos muy mal esta situación. Es muy desagradable estar tanto tiempo fuera de tu hogar. Yo no le deseo a nadie que pase por esto», dice apenado. El señor de unos 70 años sólo espera «que todo esto pase rápido. Pero por el momento no tiene pinta», lamenta.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.