Varios guardias civiles en la entrada del monasterio del Santo Espíritu en Gilet. EFE/Juan Ernesto García-Chicano

Prisión para el hombre que mató a golpes a un fraile e hirió a otros tres en el monasterio de Gilet

El homicida es un enfermo mental que sufre brotes psicóticos desde hace seis meses | Dos de los religiosos apaleados continúan hospitalizados, pero se recuperan de las lesiones y los médicos no temen por sus vidas

Javier Martínez

Valencia

Martes, 12 de noviembre 2024, 13:40

El agresor de los frailes franciscanos ya se encuentra entre rejas. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Sagunto, en funciones de guardia este martes, acordó prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido por matar, presuntamente, a un religioso del monasterio de Gilet y herir a otros tres al golpearlos con un bastón y una botella de cristal.

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Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el homicida «queda investigado en una causa abierta por dos delitos de homicidio/asesinato, uno de ellos consumado y el otro en grado de tentativa, tres delitos de lesiones y un delito de allanamiento».

La víctima mortal, el padre Juan Antonio, de 76 años de edad, sufrió un traumatismo craneoencefálico y fue trasladado en estado crítico al Hospital Clínico de Valencia, donde falleció el lunes pese a los esfuerzos médicos. Los otros tres monjes, de 57, 66 y 95 años de edad, sufrieron fracturas y contusiones.

En cuanto a la evolución de los franciscanos heridos, el guardián Fernando Hueso, responsable del monasterio, recibió el alta médica; el fraile de 95 años que fue trasladado del Hospital de Sagunto al Clínico de Valencia, fray Carlos, regresó al primer centro hospitalario tras mejorar su estado y continúa ingresado; y Albert, un monje catalán de 66 años, sigue también hospitalizado en Sagunto.

«Las heridas que sufrieron no comprometen su vida. Eso es lo que nos han dicho los médico y es la mejor noticia. El hermano Albert tiene que seguir en observación, porque tiene un coágulo de sangre», explica Ángel Ramón, fraile, cocinero y 'youtuber' con muchos seguidores. El religioso atiende a los medios de comunicación y las decenas de llamadas que recibe el teléfono del convento desde que trascendió la brutal agresión.

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El ataque a los monjes tuvo lugar sobre las nueve de la mañana del sábado. El grupo de frailes que reside en el monasterio de Santo Espíritu, un total de siete religiosos, habían terminado de desayunar y la mayoría de ellos se encontraban en su habitaciones.

Y fue en ese momento cuando un enfermo mental saltó la valla del recinto, entró en los aposentos al grito de «¡voy a matar a los frailes!» y golpeó a los religiosos con una palo y una botella hasta que fray Ángel, el más corpulento de los monjes, se enfrentó al individuo y logró ahuyentarlo después de un forcejeo. «El hombre enfureció cuando saqué mi teléfono móvil y le dije que iba a llamar a la Policía», explicó el fraile franciscano.

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«Después de las oraciones y la misa, estaba en la cocina cuando escuché un grito muy fuerte. Subí corriendo pensando que alguien se había caído y es cuando vi a un señor corpulento, que estaba dándole puñetazos y patadas al superior», manifestó fray Ángel a una periodista del programa 'En boca de todos' de Cuatro.

El religioso acudió entonces en auxilio de la víctima y el agresor comenzó a propinarle golpes a él mientras le decía: «¿Sabes quién soy?, soy Jesucristo y vengo a matar a todos los frailes». También dijo que el atacante no atendía a razones y parecía como si estuviera recibiendo órdenes en su cabeza.

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El hombre detenido y encarcelado por el brutal ataque es un enfermo mental que sufre brotes psicóticos desde hace seis meses. La Policía Nacional detuvo al individuo en la madrugada del domingo en Puerto de Sagunto.

Desde el pasado mes de mayo, el hombre de 46 años padece paranoias y se mostraba agresivo. Decía que alguien le quería matar, tiró pintura al vehículo de un vecino, llamó a la Policía para avisar de que una mujer pedía auxilio y no era cierto, sufrió una brecha en la cabeza durante una pelea con otro hombre, se bañaba en la playa cuando ondeaba la bandera roja y se lanzó al mar desde el pantalán de Puerto de Sagunto.

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En este último incidente resultó herido y fue rescatado por guardias civiles y policías portuarios, pero se arrojó otra vez al agua. Además de los brotes psicóticos, el agresor de los frailes consume drogas, lo que agrava todavía más sus trastornos mentales.

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