El juez de guardia ha decretado prisión provisional para el hombre acusado de matar a un sintecho a pedradas y dejar herido grave a otro en el viejo cauce de Valencia.
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Kulubeli H., el joven de Mali de 29 años, se ha negado a declarar ante el juez de guardia. A pesar de que horas después de cometer supuestamente el crimen se entregó en la comisaría de la Policía Local de Ciutat Vella y confesó haber acabado con la vida del indigente.
El sospechoso ya guardó silencio ante los agentes de Homicidios de la Policía Nacional. No quiso declarar, aunque los investigadores poseen una grabación de las cámaras de seguridad del jardín del Turia en la que se ve al sospechoso cargando una piedra y atacando al hombre rumano, de 56 años, al que quitó la vida bajo el puente Del Real.
La otra víctima del ataque, José Javier C. P., de 26 años, sigue hospitalizado con un severo traumatismo craneal tras alcanzarle el presunto homicida a la altura de la rampa del viejo cauce que da acceso a la estación de autobuses.
El juez ha atendido la petición del ministerio fiscal de encarcelar al sospechoso. Las periciales constatarán después el grado de imputabilidad del joven de Malí, que según fuentes del caso sufre una enfermedad mental.
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El sospechoso ha alegado en todo momento que sufría ataques de ira y que buscaba peleas para descargar su inquietud. También ha asegurado que en su país iba «a brujos» para que le atendieran de su estado mental.
Los forenses del juzgado han tomado muestras de orina al sospechoso, para determinar si estaba bajo el influjo de alguna sustancia estupefaciente o alcohólica.
El detenido, que se expresaba sólo en lengua bambara (idioma originario de Malí) y en francés, ha sido sometido a un test psiquiátrico por los peritos del juzgado.
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En el juzgado se ha determinado que llevaba un año residiendo en Valencia. Los forenses también han realizado un análisis de ADN en las ropas que aún llevaba ensangrentadas, en busca de posibles vestigios del homicidio.
En el juzgado se ha confirmado que el sospechoso llevaba una mochila con una piedra de grandes dimensiones cuando fue detenido. La comparecencia en el juzgado también ha servido para determinar qué desató la ira del sospechoso. Un informe del CAI (Centro de Atención al Inmigrante) constata que el joven de Mali sufría una gran angustia por un proceso migratorio complicado y por no obtener el permiso de residencia.
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