Prisión para el hombre que mató a su tío a cuchilladas en Alaquàs

El Juzgado de Instrucción número 2 de Torrent, en funciones de guardia, ha acordado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido el pasado martes por la muerte violenta de su tío en una vivienda del municipio de Alaquàs, según han informado este jueves fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Marcos B. T., de 46 años de edad, mató a su tío a cuchilladas. El crimen tuvo lugar en un domicilio de la calle San Juan de Ribera en Alaquàs, donde vivía la víctima y su sobrino. Las discusiones entre los dos hombres eran constantes, según los vecinos. El homicida es toxicómano y tiene antecedentes penales.

Tras el crimen, el individuo llamó a un familiar, que es guardia civil, y confesó los hechos. Al lugar acudieron con urgencia policías locales y policías nacionales de Alaquàs y Xirivella, que detuvieron al homicida.

Los primeros agentes que llegaron al lugar encontraron la puerta de la vivienda cerrada, por lo que la derribaron a patadas. Una vez en la casa, los policías hallaron el cadáver de la víctima y detuvieron al autor del crimen, que se había ocultado bajo una cama.

El homicida «queda investigado en una causa abierta por el juez de Torrent por un delito de homicidio», según han informado las mismas fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Marcos B. es una persona conflictiva por sus problemas con las drogas y no es la primera vez que ingresa en prisión. El homicida cumplió una larga condena de cárcel por atracar gasolineras.

Los vecinos de la calle San Juan Ribera describen el suceso como una crónica de una muerte anunciada. «Todas las noches le decía que le iba a matar. Anoche también discutieron. La Policía estaba aquí cada dos por tres. Siempre se oían golpes y gritos. Cuando su tío no le daba dinero para drogas lo amenazaba de muerte», afirma un vecino.

Tras cumplir la condena por los atracos y salir de la cárcel, el expresidiario se fue a vivir con su tío. «Cuando discutían se ponía muy violento y parecía que iban a romper la pared de tanto golpes», señala el residente.

A pesar de los continuos episodios de violencia en la casa, con intervenciones policiales para apaciguar los ánimos, fuentes judiciales señalaron que no tienen constancia de que la víctima denunciara a su sobrino por maltrato.

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