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Jaime R. guardó silencio ante el juez. El mismo mutismo del que hizo gala ante los agentes de la Ertaintza que le echaron el guante cuando huía en un taxi ya por Zaragoza. Su destino, la Comunitat Valenciana, su tierra. Atrás quedaba en la habitación de un apartahotel el cuerpo de Maialen, su expareja, de 32 años, con los dos gémelos que esperaba dentro de su vientre. El valenciano se acogió este martes a su derecho a no declarar ante el juez de Violencia sobre la Mujer de Vitoria que le debía interrogar. Sobre la mesa, dos futuribles acusaciones sobre las que la Justicia abriría causa: un delito de homicidio o asesinato y otros dos de aborto doloso.
La decisión del juez no se hizo esperar. Prisión provisional para el vecino de Valencia, de 35 años, tal y como ha avanzado el diario 'El Correo'. El juzgado ordenó su ingreso en la cárcel de Zaballa.
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Fuentes jurídicas han señalado que el juzgado ha tenido en cuenta especialmente dos criterios para dictar su encarcelamiento. Al margen de las numerosas pruebas que hay en su contra: el hallazgo de vestigios de su estancia en la habitación en la que apareció muerta Maialen, la cámaras que le grabaron en el entorno del apartahotel, cuando huía de la escena del crimen, y la apresurada fuga que emprendió hacia Valencia mientras la Ertzaintza ya lo buscaba.
Pero el juez de guardia quiere tener a Jaime entre rejas por dos motivos principalmente: la gravedad de los hechos cometidos y el evidente riesgo de que el valenciano vuelva a intentar desaparecer. El juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria ha dictaminado además el secreto de sumario de la causa.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, la investigación ha determinado que el acusado pasó hasta 12 horas junto al cuerpo de la joven asesinada presuntamente tras segar su la vida de varias puñaladas. La escena la contemplo la niña de tres años fruto de la relación de pareja que mantuvieron Maialen y Jaime. Los dos gemelos que esperaba la fallecida también serían hijos del ahora encarcelado. La víctima se hallaba embarazada de 14 semanas.
La pareja había residido un tiempo en Burriana después de que un juez de Torremolinos dictara la orden de alejamiento para proteger a la víctima tras un episodio de violencia de género ocurrido en la provincia de Málaga, pero Maialen y Jaime reanudaron la relación y convivencia con el consentimiento de ella.
Precisamente la última voz de alerta la dio la Guardia Civil de Burriana el pasado 18 de mayo. Los agentes avisaron a la Ertzaintza de que la mujer maltratada iba a trasladarse a vivir a Euskadi, ante la posibilidad de que el sospechoso pudiera viajar también con ella. La Policía vasca contactó con la mujer, quién rechazó cualquier tipo de protección. Así lo aseguró el consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka. Días después se produjo el crimen.
La familia de Maialen ya ha salido al paso de estas afirmaciones. En un comunicado criticaron al portavoz vasco por intentar «buscar otros culpables en lo ocurrido cuando sólo hay uno» y cargaron contra el Gobierno de Euskadi por no impedir el asesinato y que se respetara la orden de alejamiento dictada por el juzgado de Torremolinos.
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