-Rnsy0P0YVZ2PDknuFl27GPL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
-Rnsy0P0YVZ2PDknuFl27GPL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
«No voy a ser el mismo de antes». «No voy a poder hacer lo mismo». «Mi mundo se desmorona». Estas son algunas de las ... frases que ha escuchado Gloria García, psicóloga de la Asociación Nacional de Amputados de España (ANDADE).
Una de las pacientes afectadas por la privación de extremidades en Valencia es, además, la presidenta de ADAMPI (Asociación de Amputados Ibérica), con sede en Sagunto. Natasha Lea Bertie, diseñadora y profesora de inglés, perdió sus dos piernas en un accidente de tren hace dos décadas. «Sufrí muchos dolores para andar bien, pero al final lo he conseguido», recuerda.
Cuando se le pregunta por las demandas y quejas del colectivo es muy clara: «No hay suficiente apoyo en los hospitales para gente recién amputada, ni un buen seguimiento» después de la pérdida del miembro. «La calidad de las prótesis no siempre es buena» en la vía de la sanidad pública. Y las calles «no están bien adaptadas».
Noticia relacionada
«En la Comunitat", ahonda, " Sanidad paga una prótesis básica y sencilla. Si el cliente quiere una ortopedia más elaborada tiene que costear la diferencia» entre lo que aporta el sistema público y el coste del dispositivo en cuestión. Además, «hay diferencias entre regiones», lo que pone muy en entredicho la deseable igualdad sanitaria para todos los pacientes.
Lo mismo sucede con la estética de la prótesis. La financiada por el sistema público es «simple y con menos mecanismos». Si el afectado busca algo mejor «paga de su bolsillo la buena calidad».
La primera dificultad con la que se encuentran personas amputadas son los dolores 'fantasma'. Aunque la extremidad haya desaparecido, hay una desagradable sensación de dolor que el cerebro atribuye al miembro ausente. Y, según Bertie, se añaden muchos gastos económicos: «Adaptar habitaciones de la casa, elevador si es con escalera, cambios en el baño, un coche adaptado o un cuidador en algunos casos».
Noemí Antolín preside la asociación nacional de personas con amputación, ANDADE. Y también tiene sus quejas ante la sanidad pública. «Hasta 2022 teníamos un catálogo» ortoprotésico «precario y obsoleto». Hubo mejoras «pero sigue teniendo carencias». Además, «existen incomprensibles desigualdades de aplicación entre autonomías».
Y cita ejemplos: "Hay comunidades que no aceptan el endoso. Esto es un problema porque hace que la ortopedia tramite el pago directo" desde la financiación pública "y el paciente no tenga que desembolsar un dinero importante". Igualmente, "hay regiones que tampoco aceptan la mejora. Esto es que si hay algo que el catálogo no cubre y el paciente quiere ponerlo no te compensa el pago".
Por ejemplo hay comunidades que no aceptan el endoso ( esto es un problema porque el endoso hace que la ortopedia trámite el pago directo desde la seguridad social y el paciente no tenga que desembolsar un dinero importante ) hay en comunidades que tampoco aceptan la mejora ( eso es que si hay algo que el catálogo no cubre y el paciente quiere ponerlo no te compensa el pago) esto es otro problema que nos encontramos.
En el plano anímico, la psicóloga Gloria García alude a la «doble victimización» de las personas amputadas. «Por todo el costoso proceso para recuperar la autonomía" y porque la adquisición de prótesis "conlleva limitaciones económicas que no permiten una adecuada a cada paciente".
La visión del futuro se oscurece al principio, si bien varía con el tiempo en función del carácter personal. «El pesimista posiblemente seguirá pesimista», explica García. Además, «se ve afectada la autoestima» en un mundo en el que presumir y ensalzar la imagen está a la orden del día.
Y aparecen secuelas como «inseguridad en la imagen personal, miedo, mucho miedo o necesidad de terceras personas (dependencia) para sobrellevar la amputación en todas sus dimensiones». En el plano familiar, es una bomba con consecuencias imprevisibles: «A veces se han acercado familias rotas para apoyarse y otras se han alejado».
Curiosamente, los niños con amputaciones «aprenden a adaptarse y no son conscientes de la repercusión del problema, por lo que lo llevan mejor» que algunos adultos.
¿Cómo debemos actuar el resto de personas? «Lo que más necesitan es que les tratemos con normalidad, justo lo más difícil». A veces, «les infantilizamos creyendo que no van a poder valerse en nada y queremos hacerles todo». Es clave «pensar que deben aprender ellos a actuar en la vida cotidiana, pero de manera diferente».
En definitiva, concluye la psicóloga, «son personas que deben aprender a vivir de nuevo». Ante la difícil realidad de las amputaciones, «el sistema sanitario tiene que seguir trabajando y mejorando», zanja.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.