Urgente Sanidad suspende la actividad en centros de salud y hospitales de la Comunitat por el temporal
Ficha policial del fugitivo Antonio Anglés Martins. LP

Las pruebas de ADN descartan que dos piernas halladas en la costa inglesa sean de Anglés

La Policía coteja los perfiles genéticos del fugitivo y las extremidades que aparecieron a 100 millas de la bahía de Dublín | Un ciudadano británico envía un correo con datos del hallazgo de los restos humanos a una funcionaria del Ministerio de Justicia

Javier Martínez

Valencia

Martes, 18 de mayo 2021

La Policía sigue buscando a Antonio Anglés entre los vivos y entre los muertos. Cuando se acaban de cumplir 28 años de la misteriosa ... fuga en la bahía de Dublín del asesino de las niñas de Alcàsser, unas pruebas de ADN han despejado dudas sobre la identificación de unos restos humanos hallados en la costa inglesa tres meses después de la desaparición del fugitivo.

Publicidad

El 15 de junio de 1993, el pie izquierdo de un hombre fue arrastrado por las corrientes marinas hasta la playa de Clevedon. El forense que examinó la extremidad determinó que había estado en el agua varias semanas. Un año después, el 6 de agosto de 1994, apareció la pierna derecha en la misma zona de la bahía de Bristol.

La Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) de Reino Unido asumió la investigación, pero nunca logró identificar los restos humanos pese a que revisó todos los casos de personas desaparecidas en aquella época en la costa inglesa. Los dos pies llevaban calcetines de color azul marino y sendas zapatillas deportivas de la marca Nike con suela negra y punta azul.

La Policía de Avon y Somerset relacionó el hallazgo de las extremidades con el casco de un piragüista que también llegó a la orilla por aquellas fechas. Las pesquisas policiales no dieron resultado y el caso de los pies de Clevedon quedó en el olvido como otros muchos en el país. Según la Oficina de Personas Desaparecidas de Reino Unido, hasta 12 cadáveres encontrados en el área de Bristol, entre los años 1971 y 2002, permanecen sin identificar.

Publicidad

Las muertes envueltas en misterio de estas personas y la aparición de los cuerpos o extremidades en diferentes puntos centraron la atención de los medios de comunicación ingleses, que publicaron varios reportajes, y también de un documental sobre los macabros hallazgos.

Tras esta exposición mediática, un ciudadano británico envió un correo electrónico el pasado 24 de enero a una funcionaria del Ministerio de Justicia de España para facilitar información de interés policial sobre la misteriosa aparición de los pies. Su intención no era otra que colaborar en la posible identificación de los restos humanos, y por ende, instaba también a realizar un cotejo de los perfiles genéticos de Anglés y las extremidades halladas a 100 millas de la bahía de Dublín, el lugar donde se pierde la pista del fugitivo.

Publicidad

Las dos zapatillas que llevaban los pies hallados en la playa de Clevedon. AGENCIA NACIONAL CONTRA EL CRIMEN

El mensaje fue reenviado a la jueza de Alzira que recibió el traspaso de la causa del triple crimen. Días después, la magistrada informó del asunto a todas las partes, y una de las acusaciones se pronunció con otro escrito donde afirma que ya se hizo «una comprobación específica y no se trata de la misma persona». También pide al juzgado que solicite, en el caso de que hubiera alguna duda, «certificación de la unidad pertinente del Cuerpo Nacional de Policía respecto al resultado negativo de dicho cotejo» de pruebas de ADN.

Posible ahogamiento

La hipótesis de que Anglés hubiera fallecido ahogado tras escapar del camarote donde estaba encerrado y saltar al mar es una posibilidad que siempre han contemplado los investigadores, aunque la Policía Nacional y la Guardia Civil siguen buscando al triple asesino como si estuviera vivo.

Publicidad

Cuando el buque 'City of Plymouth' atracó el 25 de marzo de 1993 en el puerto de Dublín, dos agentes de la Oficina de Extranjería subieron a bordo para llevarse al polizón y descubrieron entonces que había logrado escapar. Faltaban una cuerda de la cubierta de popa y un chaleco salvavidas, que fue encontrado a la mañana siguiente en la bahía irlandesa, un indicio de que el fugitivo podría haber llegado a la orilla.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad