Dos guardias civiles de Oliva denuncian a su exteniente por acoso laboral y abuso de autoridad

En las denuncias se recogen frases que al parecer el exteniente les dedicaba a los guardias. Al parecer, el exteniente les decía expresiones como: «Tienes sólo una neurona para follar», «macarra», «delincuente», «inútil». Incluso arduas amen azas del estilo: «Como te portes mal por ahí te voy a follar el culo».

Supuestamente, el exteniente los sometía de manera asidua a todo tipo de vejaciones y descalificaciones. Incluso llegó a hacer a uno de los afectados a recibir una notificación su domicilio ante la mirada de sus hijos menores de edad.

Varios de los guardias civiles de Oliva han tenido que ser atendidos en Urgencias por crisis de ansiedad. Uno de ellos incluso ha desarrollado Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) tras el acoso laboral al que presuntamente le exponía.

Sus subordinados se encontraban completamente «aterrorizados » de denunciarlo o de pararle los pies por miedo a que el exteniente tomara represalias contra ellos. Al parecer, el denunciado incluso obligaba a sus compañeros a tomar café con él. No se trataba de una simple invitación, si no que también contenía amenazas veladas. Les decía: «¿Estás seguro de que no quieres venir? Ya te acordarás». Como se recoge en una de las denuncias, el exteniente utilizaba «un tono autoritario y amenazante con el que habitualmente se prevalece su posición».

Según el relato que hicieron los denunciantes ante el juez del Togado Militar Número 13 de Valencia, el exteniente de Oliva no dudaba en tratar de enfrentar a sus compañeros de la unidad. Al resto de guardias intentó malmeterles sobre uno de los afectados con frases como «ese chaval no me cae bien, no es trigo limpio». En las denuncias se ejemplifica que el acusado solía emplear muchos insultos para referirse a sus subordinados: «Ya nos hemos quitado al otro hijo de puta de en medio y este va en el pack».

A uno de los denunciantes el teniente lo encuadró desde su llegada a la Unidad al área de atención al ciudadano. Según mantiene en su denuncia, acabar en esta posición respondía a «criterios de carácter eminentemente personal y a pesar de no desear el denunciante ser encuadrado en un área en la que dicho oficial encuadraba a los agentes que no eran de su agrado como 'área de castigo'»:

Otro de los delitos de los que se le acusa al exteniente de Oliva es el uso ilegítimo de la base de datos de la Guardia Civil (SIGO) a fin de indagar y obtener información de la vida personal e íntima de los afectados. Supuestamente, también les dedicaba insultos homófobos como «maricona».

El denunciado ya tiene antecedentes. Lo detuvieron en 2023 por pertenecer a una banda de contrabando de tabaco. La operación se saldó con 21 detenidos, de los cuales 17 eran trabajadores de esta industria ilegal, donde se hallaron cerca de 800.000 cajetillas de tabaco ilegal, listo para ser distribuido sin pasar los controles y sin pagar los impuestos que este tipo de mercancía tributa.

Al Guardia Civil también se le imputó otro delito contra los derechos de los trabajadores. De hecho, en la nave que la organización tenía operativa en el Polígono Jovades de Oliva trabajaban una veintena de personas, todas de origen búlgaro, que estaban recluidas y a las que no se les dejaba salir.

Este periódico ha intentado ponerse en contacto con el exteniente denunciado por si quisiera hacer declaraciones sobre los cargos de los que le acusan, pero no ha obtenido respuesta por su parte.