Las quedadas para pegarse entre adolescentes repuntan en Valencia

Y en pleno centro. El último ejemplo es un vídeo que investiga la Policía Nacional. Ocurrió hace unos días. Con la noche ya caída en la mismísima Glorieta, junto al histórico Parterre. En las imágenes que han corrido como la pólvora por móviles y redes sociales se ve a alrededor de una treintena de adolescentes. Todos en círculo, jaleando, coreando, gritando y aplaudiendo mientras dos chavales tirados en el suelo se propinan patadas, puñetazos y estirones de pelo. Muchos de los asistentes lucen teléfonos móviles. La herramienta perfecta para extender y perpetuar la barbarie por internet. Para ensalzar la violencia y humillar a las víctimas.

La escena se desarrolla durante un minuto. Por la acera del Palacio de Justicia se ve pasar a algunos peatones que transitan sin intención de intervenir en la pelea. En el vídeo se ve hasta una especie de adolescente que hace como de árbitro entre los agresores. Los separa, mide lo ocurrido y vuelve a dar luz verde para que sigan ejerciendo la violencia. Y la masa de chavales grita enfervorizada.

El vídeo que investiga la Policía Nacional no es una excepción. Los agentes de la Jefatura Superior de Valencia también indagan ya un perfil de Instagram por difundir de manera masiva vídeos de estas peleas acaecidas no sólo en la capital sino también en pueblos del área metropolitana. Pero tampoco este es el único caso. Las violentas citas entre adolescentes vienen siendo una realidad en auge desde el pasado verano. La estación de metro de Alameda se ha convertido en uno de los puntos neurálgicos en el que las pandillas quedan para dar comienzo a sus peleas. Casi cada fin de semana se produce esta realidad. Como ya publicó LAS PROVINCIAS, en más de una ocasión la Policía Nacional ha conseguido disuadir estas quedadas masivas. Otras logran su objetivo. «Quedan en Alameda y luego se desplazan para 'zumbarse' en algún jardín: en el Parterre, en el viejo cauce, en la Glorieta», asegura un policía.

No son estos los únicos escenarios de las peleas. El entorno de la plaza de Toros, la calle Xàtiva (con una conocida hamburguesería como lugar acostumbrado para las citas) y la propia plaza del Ayuntamiento han sido también lugares en los que se han producido algunas de estas quedadas violentas.

La respuesta por parte de las Fuerzas de Seguridad también se ha incrementado. Desde hace aproximadamente un mes, la Policía Nacional mantiene un dispositivo especial de vigilancia en fin de semana contra las peleas y la acción de las bandas de adolescentes. Aunque el refuerzo en realidad supone mermar de efectivos las calles entre semana, pues el plan de control se lleva a cabo con el desvío de agentes que trabajan entre semana para destinarlos al turno de fin de semana.

El pasado mes de febrero, LAS PROVINCIAS ya anunció la incidencia de estas quedadas. Entonces los agentes tuvieron que intervenir en dos fines de semana consecutivos para abortar sendas peleas con más de un centenar de adolescentes implicados y cuyo objetivo no era otro que pegarse en la capital. El puente de la Exposición y el barrio de Safranar eran los escenarios en los que los chavales iban a llevar a cabo una auténtica batalla campal. Y no precisamente sólo con las manos. Según fuentes policiales, uno de los menores llevaba una pistola taser, un arma con descarga eléctrica habitualmente empleada por profesionales de la seguridad o cuerpos policiales. «La pandemia ha disparado estos episodios. Padres, profesores y educadores deben estar muy atentos», fue el mensaje que lanzó entonces un policía nacional. La amenaza no cesa, va en auge.