«Me quedo sin justicia y sin el cuerpo de mi hija Nathaly»

valencia. «Se ríen de nosotros. Es como si nos clavaran un puñal. Nos quedamos sin justicia y sin el cuerpo de mi hija». Es la reacción de Alejandra Ayala, madre de la joven valenciana desaparecida en Perú, tras conocer que un tribunal de Cuzco ha rebajado la pena a los dos acusados de la muerte de Nathaly Salazar: de los 11 años de prisión que se les impuso inicialmente a sólo siete años y seis meses.

«Dicen que no hay delito por encubrimiento. No sé en que se basa el juez. Que al menos les obligue a decir dónde ocultaron el cuerpo de mi hija», implora afligida la vecina de Patraix.

Nathaly Salazar tenía 25 años cuando su rastro se perdió para siempre. Fue el 2 de enero de 2018, en un viaje a Perú. Hoy la familia sigue sin poder enterrar a una hija cuyo paradero se desconoce. Pero el futuro de los dos jóvenes sospechosos de su muerte se decidió el miércoles con una vista de apelación en Cuzco.

Los jueces debían dictar si mantenían los 11 años de prisión que para ambos impuso un juzgado en primera instancia, elevaban la pena siguiendo la petición de la familia de la víctima o bien la rebajaban como reclamaban los abogados de los homicidas. Como reiteró Alejandra, «queríamos una condena ejemplar» para ellos, convencida de que la muerte de su hija no fue un accidente «sino un feminicidio, un crimen doloso».

Los dos sospechosos, Jainor Hulica Huaman y Luzgardo Pillco Amau, fueron detenidos pocas semanas después de la desaparición de Nathaly. Según su versión, contactaron con ella porque quería practicar tirolina en el paraje de un pueblo andino y sufrió un accidente en el que se golpeó. Pero en lugar de pedir ayuda, dicen, se asustaron, la dieron por muerta y lanzaron su cuerpo a un río. Por ello fueron condenados en primera instancia por homicidio imprudente, hurto y encubrimiento.

Los padres de la joven, personados en el procedimiento, reclamaban entre 20 y 25 años de prisión para cada uno por un homicidio doloso. Finalmente pasarán siete años y medio. A pesar del mazazo en su contra, Alejandra y la familia de Nathaly no tiran la toalla. Como anunció, «no descartamos acudir al Tribunal Superior de Lima» para recurrir el «indignante» fallo judicial.