Reconstruyen la oreja a un policía de Alaquàs después de que un okupa se la arranque de un mordisco

Como en aquel ya mítico y recordado combate de boxeo entre Evander Holyfield y Mike Tyson, un agente de la Policía Local de Alaquàs ha sufrido el arrancamiento de parte de su oreja por parte de un okupa al acudir a una vivienda.

Pero no ha sido éste el único afectado en una noche complicada para la Policía Local. En concreto han sido tres los agentes de la localidad que han resultado heridos en la noche del lunes a este martes cuando acudieron a un servicio por requerimiento vecinal con causa en unas molestias de ruido en la calle José González Huguet de Alaquàs. En concreto, una vecina alertó a los agentes al escuchar una acalorada discusión y por temer que pudiera estar produciéndose una agresión.

Los agentes llamaron en varias ocasiones a la puerta sin obtener respuesta y sólo escucharon, en primera instancia, los ladridos de varios perros. En el piso residían okupas, y además había dos perros potencialmente peligrosos, quienes se abalanzaron contra los agentes cuando éstos llegaron al lugar, con una gran violencia. Además, les recibieron con graves insultos y amenazas y les mostraban, a modo de amenaza, a los perros que tenían en la casa.

Pese a la presencia de un amigo de una de las personas que había en el interior de la vivienda y a otras que se acercaron al lugar de los hechos, éstas no cejaron en su actitud agresiva y con los insultos y amenazas.

Uno de los okupas trató de morder en el cuello a los agentes, quien giró la cabeza para evitar sufrir graves heridas, pero no pudo evitar que arrancara parcialmente a mordiscos la oreja del oficial de policía local, quien, finalmente, y gracias al uso del inmovilizador eléctrico x2 que portaba de dotación, pudo, a la segunda tentativa, zafarse del agresor, quien finalmente fue detenido. El oficial permanece ingresado en hospital después de que se le haya reconstruido la oreja, otro agente tiene un brazo escayolado y un tercero también se encuentra lesionado.

Algunos de los agentes también han señalado que existe gran malestar debido a que la reorganización de las llamadas de sala a policía nacional se centralizan en Valencia con la ultima reforma, y no en las comisarías locales, «lo que demora gravemente los avisos a la comisaría más cercana y, por tanto, los apoyos y la presencia».

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