Refuerzo policial en La Punta tras la oleada de robos en viviendas de ancianos

En la noche del pasado 10 de abril dio comienzo un amplio despliegue policial compuesto por multitud de unidades tanto uniformadas como de paisano, que se ha saldado con la detención de seis personas. Además se han identificado 373 personas, han sido inspeccionados 135 vehículos, levantándose 23 actas por tenencia de sustancias estupefacientes, 26 por armas blancas, y otras dos por diferentes infracciones.

En el operativo han participado diferentes unidades policiales, tales como el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de las comisarías de Ruzafa y Marítim, el Grupo de Respuesta Inmediata a la Criminalidad (GRIC), la Unidad de Intervención Policial (UIP), la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), el Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), colaborando además el servicio de Medios Aéreos y la Unidad de Caballería.

Además de estas unidades, a cargo de las investigaciones se encuentra la Brigada Provincial de Policía Judicial que mantiene abierta una línea de investigación la cual avanza favorablemente.

Los constantes asaltos mantienen en vilo a los residentes de La Punta. Los vecinos han querido unirse al refuerzo policial. Desde principios del mes de abril se organizaron patrullas ciudadanas para conseguir dar caza a los asaltantes que tienen atemorizado al barrio.

Sobre las 23.45 horas, tres vecinos salen de sus casas dispuestos a colaborar con la Policía para recuperar la tranquilidad de su barrio. Ellos han visto a sus vecinos de toda la vida con los ojos amoratados. Destrozados por la extrema violencia con la que actúan estas bandas de delincuentes.

«Esto nunca había pasado. La Policía hace más controles por la noche, pero nosotros podemos ayudar», aseguró un vecino a LAS PROVINCIAS. «La otra noche vimos una furgoneta con dos sospechosos en la calle Jesús Morante Borrás y avisamos a la Policía. Sólo informamos si vemos algo raro y ya está. No estamos haciendo nada malo», explicó el miembro de la patrulla vecinal.

De forma completamente altruista, renuncian a sus horas de sueño para poner su granito de arena para que no haya más víctimas de estos atacantes que actúan sin ningún tipo de piedad con tal de robar a los más vulnerables.

Las patrullas ciudadanas son constantes. No piensan rendirse hasta que logren localizar a los asaltantes y puedan volver a estar seguros en sus viviendas. En otra de las rondas encabezadas por los residentes se unieron más de una decena de vecinos y también de agricultores. Muchos de ellos han optado por ponerse sistemas de vigilancia en sus casas ante el temor que sienten de ser las próximas víctimas de estos delincuentes.

Coordinados a través de un grupo de WhatsApp, los vecinos difunden alertas e intercambian datos de vehículos que les infunden sospechas, pero las informaciones que han conseguido, hasta el momento, no han permitido avanzar en las investigaciones policiales.

El último ataque se produjo en la madrugada del 10 de abril. Tres encapuchados entraron en la casa de Carmen (nombre ficticio), una mujer de avanzada edad. La maniataron y le propinaron una paliza. Le rompieron la nariz y los brazos y le dejaron todo el ojo amoratado.

La mujer, que vive sola, llamó con urgencia a la Policía haciendo uso del botón de teleasistencia que tenía. Enseguida acudieron las patrullas. Pero los asaltantes lograron escapar y desvalijar la vivienda de la anciana. «Estoy toda dolorida. Pasé muchísimo terror», narró la víctima.

Son múltiples los estragos que han generado esta banda, que se caracterizan por despertar a golpes a los ancianos para lograr hacerse con el botín. Por eso, la presión policial y vecinal se han intensificado y el barrio ha decidido hacer fuerza para conseguir que los maleantes que acechan las zonas de La Punta, Font d'en Corts o Castellar pasen a manos de la Justicia y no logren huir de nuevo.