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Javier Martínez
Valencia
Jueves, 8 de mayo 2025, 00:38
El joven asesinado a cuchilladas en Nazaret, Antonio Flores Castro, era biznieto de José Flores 'el Chele', un patriarca conocido como 'el rey de los gitanos' que ejerció su autoridad muchos años en los barrios marítimos de Valencia por su edad, sabiduría y buenas aptitudes para interceder o rogar por quien pudiera necesitar su ayuda.
«Si el Chele levantara la cabeza y viera lo que ha pasado...», reflexiona un pastor evangelista y familiar de los dos hermanos acuchillados. El bisabuelo de las víctimas era un «un hombre de paz», añade con el rostro cariacontecido. Muchos vecinos de Nazaret acudían a pedirle consejo, tanto gitanos como payos, e intermediaba con abogados, policías y guardias civiles cuando surgía algún problema.
Oriundo de Cataluña, José Flores 'El Chele' vendía relojes y tejidos. Tuvo 11 hijos y 17 nietos, uno de ellos el padre de las dos víctimas, y no sabía leer ni escribir, pero era «alcalde y rey de los gitanos», escribió el periodista Guillermo J. Ortigueira en el periódico Pueblo en 1976, por cualidades mucho mayores que las mencionadas: un patriarca que defiende a los demás y comprende sus necesidades.
Era la crónica de un viaje oficial que realizaron los reyes de España a Valencia con una visita al barrio de Nazaret e incluso a la humilde vivienda de José Flores y Felipa Ortiz en el suburbio conocido como las 'casitas de papel'. El modesto hogar tenía abundancia de fotos colgadas por las paredes de la estirpe familiar.
Que Don Juan Carlos y Doña Sofía fueran a la barriada más conflictiva de Nazaret, mientras niños y adultos ondeaban en sus manos banderas españolas, y que estuvieran en la casa del Chele es algo que todavía no acaban de creer los gitanos más ancianos y los propios familiares del patriarca. Y también les cuesta creer ahora que un biznieto de José Flores fuera asesinado el pasado viernes tras una discusión por un asunto banal.
Miguel Ramón, el alcalde de Valencia en 1976, hizo las presentaciones. Doña Sofía acarició a una chiquilla con la cara sucia, que tendría escasamente un año, mientras un grupo de gitanos, emocionados, soltaban palomas y gritaban entusiasmados. «Nunca vi tantos gitanos y guardias civiles juntos», dijo con cierto humor Don Juan Carlos mientras dialogaba con el Chele.
El recibimiento no pudo ser más caluroso, y poco después José Flores dijo al periodista Guillermo J. Ortigueira que nunca olvidaría que los reyes de España habían besado las caras sucias de sus nietos. Esta anécdota y otros sucesos curiosos fueron comentados en pequeños corrillos durante el entierro del biznieto del Chele.
Rotos por el dolor, pero orgullosos de pertenecer a la gran familia de José Flores o de ser amigos de sus hijos o nietos, muchos parientes y conocidos arroparon a los padres de la víctima en el culto evangelista celebrado el martes en el tanatorio municipal de Valencia. Unas 200 personas acudieron después al Cementerio General de Valencia para dar el último adiós a Antonio Flores Castro, el biznieto del 'rey de los gitanos' de Nazaret.
La víctima estaba emparentada también con Vicente Castro Giménez (Valencia, 1958 - Tarrasa, 2020), un cantautor, compositor y guitarrista conocido artísticamente como Parrita, y su hermano Juan Castro Giménez 'El Peti', cantaor también de flamenco fallecido en 2021 y abuelo de los hermanos apuñalados.
El acuchillamiento tuvo lugar el pasado viernes en la puerta de la sede de la Iglesia Evangelista de Nazaret. Antonio Flores, de 24 años, recibió varias puñaladas en el tórax y falleció cuando era trasladado al hospital en un coche particular, y su hermano resultó herido grave y sigue ingresado en La Fe.
Poco antes del entierro, el padre de la víctima pidió a sus familiares que no venguen la muerte de su hijo. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, varios parientes hablaron con él y se ofrecieron a buscar a los autores del crimen para tomarse la justicia por su mano, pero Luis Flores los convenció para que no se dejaran llevar por la ira ni emplearan la violencia.
Cuando se produjo esta tensa reunión familiar, la Policía ya había realizado en Málaga las primeras detenciones por el crimen, pero la saga de los Flores no lo sabía. Varios pastores evangelistas están mediando para que no se derrame más sangre.
La Policía Nacional arrestó en Málaga a un joven y sus padres por su implicación en el crimen. Las tres personas fueron detenidas sobre las 13 horas del lunes tras una rápida investigación del Grupo de Homicidios. La mujer fue puesta en libertad tras ser interrogada.
Un día antes del doble acuchillamiento, el pianista del templo evangelista se enfadó y discutió con la madre de la víctima por un comentario que realizó la mujer sobre cómo tocaba el joven el instrumento.
El pastor medió para apaciguar los ánimos y parecía que el problema estaba resuelto, pero al día siguiente el pianista regresó con otros familiares. La tensión se podía percibir entre los asistentes, e incluso Antonio Flores dijo en voz baja: «Papá vámonos, me están mirando mal». Fueron las últimas palabras que Luis escuchó de su hijo.
Mientras el cabeza de familia se despedía del pastor, sus dos hijos, Antonio e Israel, de 24 y 17 años, respectivamente, salieron del templo y fueron acuchillados en la puerta tras ser rodeados por varios individuos, entre los que se encontraba el pianista, presuntamente, y otros dos parientes.
Uno de los agresores ya había tenido problemas en otra sede de la Iglesia Evangélica, porque intentó entrar en el templo con un bastón con la punta afilada. El incidente tuvo lugar hace unos meses en la pedanía de La Torre.
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