Incendian dos coches de la familia del fallecido en el tiroteo entre clanes

La tensión entre los Bocanegra y los Marcos, los clanes de Torrent enfrentados por tiroteos parece seguir en escalada tras la muerte de un miembro de la segunda familia el pasado 1 de noviembre en el cementerio de la localidad.. Si aquel día fueron las balas la manera de expresar un odio y diferencias históricas ahora es el fuego el medio elegido para extender otra vez el miedo y la venganza.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para aclarar si el primer grupo está detrás del incendio de dos coches de familiares del fallecido que se produjo en la madrugada del domingo 12 de diciembre. Según ha podido saber este diario de fuentes policiales, el incendio de los vehículos de los Marcos se declaró pasadas las dos y media de la madrugada, en la calle Lugar Nuevo de la Corona de Torrent.

Según ahondaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, el incendio afectó a un vehículo cercano al barranco de l'Horteta, y por proximidad, las llamas afectaron a otro en menor medida. Bomberos del parque de Torrent actuaron con una dotación y controlaron el fuego en poco tiempo.

Este nuevo suceso llega después de que el martes 9 de noviembre fuera arrestado un miembro del clan de los Marco por encañonar supuestamente con una pistola y amenazar de muerte a una mujer vinculada a la familia de los Bocanegra.

Un rápido despliegue de la Policía evitó en esta ocasión que el asunto fuera a mayores. El sospechoso por estas amenazas fue uno de los tres arrestados en 2016 bajo la acusación de disparar contra un Bocanegra en la reyerta a causa de un pedo que se desató en una calle del barrio torrentino de Xenillet, escenario de algunos de los enfrentamientos históricos entre los dos segmentos familiares en conflicto.

Mientras, la Policía Nacional mantiene abierta la investigación en busca de los tres fugitivos a los que se considera principales autores de los disparos que desembocaron en la tragedia de Todos los Santos en el cementerio de Torrent. Se trata de tres miembros de los Bocanegra que, según las sospechas y datos policiales, han escapado de la Comunitat en busca de refugio con apoyos familiares en otros puntos de España.

Tal y como publicó este diario, una de las víctimas del tiroteo en el cementerio fue Antonio G. G., de 45 años y familiar lejano de los Marcos implicados en la refriega de hace media década. Su hijo, Pedro G. C., de 20 años, resultó también herido y tuvo que ser hospitalizado. Además, otro vecino del pueblo falleció alcanzado por una bala perdida.

 

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