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La mujer implicada en la trama policial que investiga una jueza de Carlet ganaba cerca de 20.000 euros al mes con la venta ... de droga en el 'narcopiso' que dirigía en Silla. Según las investigaciones de la Guardia Civil, la traficante amasó una gran fortuna en tres años y puso varias propiedades a nombre de una persona de su confianza para dificultar una investigación patrimonial.
La Operación Connivencia, nombre que le dio la Guardia Civil por la supuesta confabulación entre el jefe de la Policía Local y la delincuente, se saldó con la detención en Silla y Burjassot de cuatro mujeres y tres hombres de entre 32 y 63 años de edad, todos de nacionalidad española, por los delitos de organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Como ya informó en exclusiva LAS PROVINCIAS, una de las mujeres arrestadas este verano en la operación es una traficante que facilitaba a la Policía Local de Silla datos precisos sobre otros individuos que le suministraban droga para su 'narcopiso'.
Mientras los policías municipales detenían a sospechosos de traficar con drogas y les intervenían pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes, el trapicheo continuaba con aparente impunidad en el 'narcopiso'.
Aunque la Policía Local de Silla detuvo a siete presuntos traficantes, al menos, entre el 21 de enero de 2022 y el 27 de abril de 2024, el mando policial no habría remitido diligencias a la Guardia Civil sobre la supuesta actividad ilícita de la mujer que iba a recibir los pedidos de droga en su 'narcopiso'.
Los agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil que asumieron las investigaciones consideran que el jefe de la Policía Local y otros cuatro agentes podrían haber cometido un delito de omisión del deber de perseguir delitos, por lo que realizaron las correspondientes diligencias de exposición de hechos y las remitieron al juzgado de Carlet.
La traficante de Silla llevaba más de seis años vendiendo drogas en una vivienda en la rambla de la Independencia. El piso estaba dotado de medidas de seguridad, incluidas cámaras de vigilancia, lo que dificultaba cualquier intervención policial por sorpresa.
Pero la Guardia Civil de Silla montó un operativo con agentes de paisano en los alrededores de la vivienda y constató la gran afluencia de personas que acudían cada día para comprar droga. La mujer vendía sustancias estupefacientes dentro del piso y en la calle de siete de la mañana a nueve y media de la noche, y algunas veces lo hacía en presencia de sus dos hijos menores.
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En la Operación Connivencia fue detenida otra mujer que se quedaba de encargada del 'narcopiso' mientras la traficante se relajaba en un balneario. Los investigadores constataron también la implicación de un hombre que desviaba a su nombre parte del patrimonio de la delincuente para evitar vinculaciones con el tráfico de drogas.
Según las investigaciones, un hombre era el proveedor de droga y realizaba las funciones de transportista desde Paterna a Silla. La traficante guardaba en un garaje la mayor parte de la droga y el dinero obtenido con el trapicheo.
Tras la aprehensión de 100 gramos de cocaína en un control rutinario, los proveedores trasladaron las sustancias estupefacientes a un chalet de Picassent, donde dejaban la mayor parte de la droga para luego llevarla a Silla en cantidades pequeñas por caminos rurales.
Cuando la propietaria del 'narcopiso' se iba de vacaciones, dejaba preparadas gran cantidad de dosis y dos mujeres se quedaban de encargadas y cobraban una comisión de cinco euros por cada venta.
El hombre encargado del transporte de la droga tenía una línea de teléfono a su nombre, pero el móvil siempre lo llevaba la propietaria del 'narcopiso', quien realizaba el grueso de las ventas. De ese modo, ofrecían a los clientes una única línea dedicada a la venta de cocaína.
En los cuatro registros realizados en Silla y Picassent, los investigadores se incautaron de 290 gramos de cocaína, 10.015 euros en metálico, 1,2 kilos de marihuana, básculas de precisión, terminales telefónicos y útiles para preparar las dosis de droga. También intervinieron varias cuentas bancarias.
En su declaración ante la Guardia Civil, la dueña del 'narcopiso' inculpó al jefe de la Policía Local al manifestar que le facilitaba información a cambio de que hiciera «la vista gorda», es decir que no impidiera que ella vendiera droga.
Además, la traficante dio detalles de una reunión que habría mantenido con el comisario, y explicó que tuvo que dejar su teléfono móvil fuera de la habitación donde estuvieron hablando unos minutos. Según su versión, la mujer recibió presiones para delatar a los pequeños traficantes que le suministraban droga e incluso asegura que realizó pedidos por exigencias del comisario. De ser cierto, el jefe de la Policía Local podría ser acusado de inducción al delito.
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