Tres procesados por desear la muerte al niño que quería ser torero

valencia. El juzgado número 5 de Alzira ha abierto una causa por un delito de incitación al odio contra los tres usuarios de Twitter que desearon la muerte de Adrián Hinojosa, el niño valenciano enfermo de cáncer que quería ser torero, fallecido en abril de 2017. Según el representante de la Asociación Nacional de Afectados por internet y las Nuevas Tecnologías (Anfitec), Manuel Merino, es la primera vez que un juzgado actúa contra tuiteros por «delitos ajenos al enaltecimiento del terrorismo y la humillación de víctimas y colectivos vulnerables».

Anfitec pide tres años de prisión y multa de diez meses, a razón de diez euros de cuota al día, para dos de los tres procesados. Para el tercero, que además pidió disculpas, solicitan el archivo de actuaciones referidas a él y demandan su absolución porque entienden que el tuit se enmarca en la libertad de expresión y no fue especialmente denigrante para el niño. Asimismo, Merino, que se ha personado como acusación en el caso, manifestó que Anfitec sí ha presentado su escrito de acusación mientras que ni el fiscal ni la acusación particular que ejerce el padre del niño lo han hecho.

La polémica comenzó en octubre de 2016, después de que el menor de ocho años hiciera el paseíllo y saliera a hombros de la plaza de Toros de Valencia en un festival benéfico destinado a recaudar fondos para su tratamiento médico. En el evento, a favor de la Fundación Oncohematología Infantil, Adrián explicó que su sueño era ser torero. Días después las redes sociales se llenaron de muestras de apoyo y solidaridad hacia él. No obstante, también recibió tuits denigratorios de algunos sectores antitaurinos que le deseaban la muerte.

«¿Qué que opino? Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda ya, Adrián vas a morir», publicó en su Twitter uno de los tres investigados. Ante la avalancha de críticas que le llegaron, el usuario cerró su perfil y borró el comentario, pero finalmente, y tras un costoso proceso, consiguieron identificar la cuenta y le detuvo semanas después la Guardia Civil. Aunque en un principio se negó a declarar, ante el juzgado defendió que el comentario fue sólo para un grupo reducido y alguien lo hizo circular por la red.

Otro de los procesados tuiteó: «Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera». A raíz de estos comentarios, los padres del menor presentaron una denuncia ante la Guardia Civil. Muchos más mensajes vejatorios dirigidos al menor se sucedieron a los ya mencionados, pero los agentes no pudieron identificar a los autores.