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P. MORENO
Lunes, 6 de septiembre 2021, 01:34
valencia. Fue algo que comenzó hace tiempo y la cosa ha ido a peor. La asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio denunció ayer que el vandalismo en el jardín del Hospital se ha agravado las últimas semanas con escándalos frecuentes y pintadas en prácticamente todas las columnas y restos patrimoniales que subsisten.
Como publicó LAS PROVINCIAS el pasado julio, la parte de la jardinería y limpieza corresponde al Ayuntamiento, mientras que todo lo demás forma parte todavía de las competencias de la Diputación, al ser una propiedad originaria de la institución provincial. «No puede ser que el Ayuntamiento diga que no es algo suyo, deben arreglarlo», indicó César Guardeño, portavoz de la asociación cultural.
Las quejas llegan tanto a través de esta entidad como de los vecinos de la zona, sobre todo en el sentido de los escándalos y problemas de inseguridad ciudadana. «Por lo que sabemos es un problema de bandas que la Policía tiene localizado», dijo una vecina de Velluters, quien se lamentó de la «rápida degradación de todo el jardín. Además de las pintadas, vuelven a dormir por las noches y hacen de todo en el parque y alrededor de la ermita de Santa Lucía».
Guardeño insistió en que la obligación del Ayuntamiento «si ve daños, desperfectos, pintadas, etc. se lo tiene que comunicar a la Diputación para que los repare. Debe mantener una labor inspectora que a nuestro juicio no está haciendo».
El jardín del Hospital forma parte de un proyecto del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, autor asimismo del Museo de la Ilustración, que se complicó de manera extraordinaria debido a los hallazgos arquitectónicos. A los restos del antiguo Hospital del Padre Jofre, del que sólo se conserva en pie la actual Biblioteca Pública, se añadió una ingente cantidad de cerámica que tuvo que ser clasificada, además de la traza de una iglesia medieval.
Esto último dio pie a la construcción de una recreación con muro de ladrillo de poco más de un metro y medio de altura. Ahora es utilizada sobre todo como refugio de indigentes, urinario y soporte de todo tipo de pintadas. Es uno de los ejemplos más claros de la degradación de la zona.
Guardeño cuestionó que el Ayuntamiento se inhiba de la limpieza de las pintadas con el argumento de la concejalía de Patrimonio Artístico de que el jardín no está adscrito. «Hay resoluciones que dicen que esto es insuficiente, es decir, que tienen la obligación de mantener todo de manera adecuada», dijo.
«Hay adscripciones implícitas que no requieren acuerdo, lo que ocurre por ejemplo con las calles o los jardines, ni los parques de Bomberos, ni las oficina municipales», aseguró en referencia de daños producidos en otros lugares con protección patrimonial.
El acuerdo para la construcción del jardín en lugar de un solar utilizado hasta entonces como aparcamiento se firmó en 2009 y unos años después se abrió al público el parque. Esto denota la degradación tan rápida que ha sufrido.
Fuentes vecinales indicaron que uno de los motivos es la falta de un albergue para indigentes, lo que obliga a estas personas a dormir en el jardín, además de lugares tan significativos como la entrada principal de la antigua sede de la Agencia Tributaria. Este edificio está desafectado de su uso administrativo y lo último que se sabe es la intención del gobierno municipal de comprarlo para un equipamiento público. La concejala de Gestión de Recursos, Luisa Notario, encargó con un contrato menor un estudio sobre el estado del inmueble, tras lo que se prevé que el Consistorio haga una oferta. La tasación hecha por la Agencia Tributaria tasa el valor del inmueble en unos diez millones de euros.
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