Un miembro de una patrulla vecinal, anoche, en actitud vigilante en La Punta. Irene Marsilla

Vecinos de La Punta patrullan por la noche con sus coches para evitar atracos a ancianos

Llaman al 091 cuando ven a sospechosos y se coordinan a través de un grupo de WhatsApp para la difusión de alertas | La Policía intensifica la vigilancia en las pedanías de Valencia e identifica a varios miembros de las patrullas vecinales

Javier Martínez

Valencia

Martes, 16 de abril 2024, 13:19

El reloj marca las 23:45 horas del lunes. Comienza la patrulla vecinal. El lugar de encuentro elegido es la calle principal de La Punta. Tres vecinos han quedado para realizar una ronda de vigilancia con dos coches para prevenir robos en la pedanía. Es ... la cuarta noche que salen de patrulla. Quieren colaborar con la Policía. «Si vemos algo que no nos gusta llamamos al 091 y les damos la ubicación de los sospechosos», afirma un agricultor, cuyo nombre omitimos para preservar su anonimato.

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Están hartos de tantos atracos a ancianos. «Esto nunca había pasado. La Policía hace más controles por la noche, pero nosotros podemos ayudar», asegura el vecino. «La otra noche vimos una furgoneta con dos sospechosos en la calle Jesús Morante Borrás y avisamos a la Policía. Solo informamos si vemos algo raro y ya está. No estamos haciendo nada malo», explica el miembro de la patrulla vecinal.

El pasado sábado, una decena de vecinos y agricultores participaron en las rondas de vigilancia. Tras patrullar con cuatro coches por los caminos y calles de La Punta, Pinedo y Castellar, comprobaron la preocupación y el miedo de los lugareños por la oleada de atracos. Muchas casas tienen sistemas de alarma con sensores de movimiento y cámaras de vigilancia en la fachada, y cada vez hay más rejas en puertas y ventanas.

Coordinados a través de un grupo de WhatsApp, los vecinos difunden alertas e intercambian datos de vehículos que les infunden sospechas, pero las informaciones que han conseguido, hasta el momento, no son de interés policial.

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Durante tres noches (jueves, viernes y sábado), las patrullas vecinales vigilaron las calles y caminos de las pedanías del sur de Valencia y se cruzaron con los coches patrulla de la Policía Nacional y Policía Local de Valencia.

«Nos han identificado varias veces, pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras agreden a los ancianos. Estamos colaborando con la Policía», insiste el agricultor. «Nosotros no hacemos nada malo, no llevamos armas ni vamos a intervenir si pillamos a los ladrones. El alcalde pedáneo sabe que queremos colaborar. Avisaremos siempre a la Policía», añade con el rostro cariacontecido.

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Para no tener problemas en los controles policiales y evitar posibles sanciones administrativas, los vecinos han sacado de sus maleteros navajas, estacas y objetos punzantes que utilizan en sus labores agrícolas. «Llevamos azadas, nuestras herramientas de trabajo, y eso no está prohibido», explica el vecino de La Punta.

Un miembro de la patrulla vecinal saca la azada del maletero de su coche. Irene Marsilla

Oleada de robos

Desde hace cuatro meses, una banda de ladrones encapuchados asalta a ancianos en sus casas en las pedanías del sur de Valencia y algunas poblaciones de la comarca de la Ribera. La violencia que emplean los delincuentes, que maniatan y golpean a personas mayores que apenas ofrecen resistencia, ha causado una gran alarma entre los vecinos y agricultores. Algunos de ellos se han trasladado a vivir a casas de familiares o han puesto a la venta sus propiedades.

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Los ladrones visten ropa oscura, trepan como los gatos y fuerzan ventanas o se cuelan en las casas por los tejados. Despiertan a golpes a sus víctimas para robarles dinero, joyas y hasta una dentadura con una pieza de oro, como hicieron en uno de los primeros robos que cometieron en una vivienda de Castellar.

Luego escapan campo a través, saltan acequias y corren por caminos hasta que desaparecen en la oscuridad de la noche. Los investigadores y los vecinos creen que huyen a pie o en bicicleta en vez de utilizar un coche o furgoneta, porque de esta manera evitan los controles que realiza la Policía y la Guardia Civil en las rotondas de Pinedo y La Punta. Algunas de las víctimas necesitaron atención medica debido a los golpes que recibieron.

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La mayoría de los robos fueron planeados tras vigilar a los moradores. Los asaltantes conocían los horarios y las rutinas de las víctimas. Esperaron a que salieran de casa de madrugada para trabajar o eligieron el momento que abre la puerta a primera hora de la mañana. Esto último sucedió el pasado 20 de marzo. Tres individuos irrumpieron en la casa de una anciana en Castellar tras empujarla y tirarla al suelo.

La banda ha cometido una quincena de asaltos en los últimos cuatro meses en las afueras de la ciudad de Valencia, en las demarcaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil, por lo que ambos cuerpos han aumentado los controles en la zona. Sin embargo, los delincuentes parece que conocen el terreno. Esto explicaría la facilidad y rapidez con la que eluden los cercos policiales. La Guardia Civil también atribuye a esta banda otros atracos cometidos en Benimuslem, Corbera, Llaurí y El Romaní.

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