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Agentes de la Guardia Civil investigan en la vivienda de Buñol en la que un hombre asesinó presuntamente a su pareja. EFE/Biel Aliño

El estallido delictivo en verano: agresiones y violaciones se disparan en la Comunitat

Cullera llega a multiplicar por cinco la cantidad de delitos que sufre en la época estival respecto al invierno y en Benidorm las infracciones se doblan

Domingo, 21 de julio 2024, 00:05

Viernes, 5 de julio. Un homber asfixia a su mujer, Rosi, en Villena. Apenas una semana después otras dos mujeres son presuntamente asesinadas a ... manos de sus parejas en la Comunitat. Y desde el pasado 6 de junio son seis los crímenes acaecidos en la región. En medio de tanto dolor, aparece una pregunta: ¿Es casual está concentración de violencia?

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El verano, es estadísticamente, la estación del año que concentra un mayor número de delitos en la Comunitat. Pero especialmente aquellos que conllevan un daño directo contra las personas: las agresiones de todo tipo y los delitos sexuales. Así se desprende de los datos trimestrales sobre criminalidad que periodicamente hace públicos el Ministerio del Interior. Durante los dos últimos años, ha sucedido lo mismo: el trimestre comprendido entre julio y septiembre es el más delictivo en la Comunitat Valenciana.

En 2023, de las casi 68.000 infracciones penales que se contabilizaron en el trimestre más 'tranquilo', el primero del año, pasamos a más de 75.000 en verano, entre julio y septiembre. Hubo un incremento del 11%. Más pronunciado fue aún el pico en 2022, al pasar de algo más de 60.000 en invierno a 73.000 en verano. Un ascenso delictivo del 21%.

Que el calor irrita el ánimo y hace a las personas más irascibles es algo que se sabe de sobra. Sin embargo, no es suficiente para explicar el aumento de delitos en epoca estival. De hecho, la curva de ascenso de temperaturas en cada trimestre, que alcanza su cúspide en el verano, es mucho más pronunciada que la de los delitos. No hay una proporcionalidad exacta entre clima y violencia.

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Según fuentes policiales, las razones del aumento delictivo en verano habría que buscarlas, además del calor, en lo que sucede con las relaciones sociales. Las buenas, pero también las malas, en las que se acentúan los conflictos familiares. Además, es una época en la que emergen muchas disputas de pareja.

Al mismo tiempo, es un periodo en el que que hay más fiestas de todo tipo, tanto en locales como en municipios. Eso deriva en un mayor consumo de alcohol y drogas que altera las conductas y acentúa, entre otras cosas, las temidas peleas callejeras.

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Por último, es la época de la explosión turística en muchos municipios de la Comunitat, en especial los costeros como Cullera, Gandia o Benidorm, que ven multiplicada su población. Es un factor que aprovechan algunos delincuentes habituales más centrados en los robos o las estafas para 'emigrar' desde las capitales e intentar hacer su agosto en estos destinos, alentados por la masiva presencia de visitantes.

El peligroso cóctel socio-climático estival se aprecia de manera muy clara si analizamos, pormenorizadamente, lo que sucede con los diferentes delitos en la Comunitat a lo largo de las estaciones del año:

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Homicidios consumados: El año pasado el pico se alcanzó en verano. Entre julio y septiembre la Comunitat registró 15 asesinatos frente a los 3 de la época menos violenta, entre octubre y diciembre.

Tentativa de homicidios: Aquellas agresiones tan graves como para ser consideradas intentos de asesinatos dejaron 48 víctimas en territorio valenciano en el verano pasado. De nuevo, la cifra más elevada del año frente a los 34 casos del último trimestre del año.

Lesiones y riñas: A medida que las cantidades son más abultadas, más claramente aparece definida la explosión delictiva estival. El verano pasado concentró un millar de agresiones físicas menos graves o peleas. Son 300 más que las registradas en invierno, entre enero y marzo. Es decir, un incremento de más del 40%.

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Delitos sexuales: Los delitos sexuales son, claramente, aquellos que marcan ascensos más pronunciados en verano. En la Comunitat pasamos de casi 500 en el arranque invernal del año a más de 700 entre julio y septiembre. Hablamos de un ascenso del 45% entre ambas estaciones. Y, dentro de este grupo, las violaciones se disparan de las 87 registradas en época fría a las 143 en verano. Es decir, un aumento del 64% y una media terrible de casi 50 violaciones al mes.

Algunos de esos casos ocurridos en el verano pasado llegan ahora a los tribunales. Este jueves, por ejemplo, será juzgado un hombre acusado de agredir sexualmente a su expareja en dos días consecutivos en julio de 2023. Sucedió en Valencia y, según el fiscal, no tuvo en cuenta ni que la relación había terminado ni la negativa de su antigua compañera. Se enfrenta a 28 años de cárcel.

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Atracos: Así como los delitos contra las personas se disparan en verano, las infracciones contra el patrimonio tienen un comportamiento más dispar. En los casos en los que el ladrón ejerce violencia o amenaza contra la vícitma para apoderarse de alguna posesión, el pico se reparte en la segunda mitad del año. Hay cantidades casi gemelas en el trimestre estival y en el del final del año, con unos 1.500 atracos en cada uno.

Robos en casas. A nivel regional, la mayoría de los robos en viviendas no se producen en verano, sino entre septiembre y diciembre, según los balances de Interior. Lo mismo sucede en una gran ciudad como Valencia, donde los ladrones fuerzan 408 viviendas en verano, a razón de unas cinco diarias. Pero aún son más activos en el último cuarto del año en este delito, con 460 robos contabilizados.

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Hurtos: El problema de los robos al descuido sí se agudiza en verano. En los locales de ocio, en las playas, en las terrazas... Los ladrones al acecho en busca de teléfonos móviles, mochilas, carteras o bicicletas desataron el pasado estío un pico de denuncias en la Comunitat. En concreto fueron algo más de 21.000 frente a las 18.000 del último cuarto del año. Dicho de otro modo: los valencianos sufrimos alrededor de 240 hurtos diarios en verano.

Sustracción de coches: Tampoco este es un delito que presente su pico estacional en verano. Su evolución es al alza conforme avanza el año y sus máximos se alcanzan en el último trimestre, con más de 900 vehículos robados en la región entre octubre y diciembre, según Interior.

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Tráfico de drogas: A diferencia del resto de datos, que se corresponden con denuncias, este punto, la estadística es positiva. Se computa la infracción penal cada vez que se arresta a una persona por el delito o se produce una intervención. Aquí las cifras no presentan oscilaciones significativas, pues van de los 600 casos del arranque del año a los 675 en primavera. No hay pico estival.

Estafas informáticas: Junto con los hurtos, es el delito más abundante en cantidad de casos. Tampoco alcanza la cúspide en verano y aumenta progresivamente a medida que avanza el año. En la Comunitat, pasa de algo más de 9.000 fraudes en el primer trimestre a más de 11.000 en el último, que es el periodo más intenso en este tipo de engaños digitales.

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El delito se va a la palya

Otra cuestión clave es el enfoque geográfico. ¿Cómo varía la inseguridad a lo largo del año en los diferentes territorios y en las zonas con más afluencia de turistas? En este punto, Benidorm y Cullera, son un mundo aparte. Tanto que ambos municipios acabaron el año pasado convertidas, junto a Torrevieja, en las ciudades grandes de la Comunitat con una mayor tasa de criminalidad en relación a su población, por encima de las tres grandes capitales.

Y el verano tiene buena parte de culpa en ese podio negativo. En particular, en Cullera, con una población censada de más de 25.000 habitantes, pero que en agosto recibe 61 turistas diarios por cada 1.000 habitantes, según datos del INE. El aluvión de visitantes, además, se dispara con el festival Medusa Sunbeach.

Diversión, baile, playa, copas... Pero también más inseguridad. La localidad costera, bajo competencia de la Guardia Civil, pasa de las 342 denuncias por delitos cometidos en el primer cuarto del año a las más de 1.500 que se interponen entre julio y agosto, según los datos de Interior. Prácticamente, la delincuencia se multiplica por cinco en verano.

Mientras, en Benidorm, la inseguridad se dobla en el trimestre estival: del millar de delitos cometidos en el primer trimestre del año a los más de 2.000 que se producen durante el verano, a tenor de los datos de 2023. De igual modo, hay picos estivales de delincuencia en Gandia, Torrevieja o Dénia, pero no son tan pronunciados como en Cullera o Benidorm.

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¿Qué sucede en las grandes capitales? Al contrario de lo que se aprecia con carácter general en la región, el verano es la época más tranquila en Valencia y Castellón. En ambas ciudades, la mayor concentración de delitos se produce en el primer trimestre del año. En la capital del Turia, por ejemplo, pasamos de sumar más de 16.600 delitos en esta época del invierno a los algo más de 13.500 en verano. En Alicante, sin embargo, ocurre a la inversa, con un pico estival de casi 7.000 delitos frente a los 5.500 del primer trimestre del año.

 

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