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Una tragedia. Para Aldo Pattini esto es en lo que podría haberse convertido el accidente de circulación ocurrido este viernes por la noche en Alboraya ... y protagonizado por un conductor que, según las primeras investigaciones, casi triplicaba la tasa de alcoholemia permitida y se apreciaron indicios de haber consumido drogas.
Él es el encargado del bar Sabores y Neblina y fue testigo del aparatoso siniestro con cuatro personas heridas ocurrido en torno a las 21 horas en la calle Miguel Monzó de la localidad de l'Horta. «Teníamos seis mesas montadas en la terraza. Por suerte sólo dos estaban ocupadas. En verano, con todas llenas, habría sido una tragedia», valora.
Pattini, un venezolano de 27 años, lleva ocho meses en el sector de la hostelería y «jamás había visto nada igual». El susto le pilló en la cocina, mientras lavaba. «Oí un ruido de objetos cayendo al suelo y luego un estruendo, muchos gritos, por lo que salí corriendo al exterior para ver qué había sucedido», describe.
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Y allí se encontró con un escenario de «tensión y desconcierto». Según han manifestado los testigos, el coche circulaba a gran velocidad por una vía del centro de la localidad limitada a 30 km/h, como han concretado fuentes policiales.
¿Qué sucedió exactamente? Lo explica el encargado del local «En lugar de girar, perdió el control, siguió recto, destrozó un bolardo y una señal, avanzó unos 15 metros, se llevó dos mesas por delante y acabó empotrado contra un gran poste de luces junto a la estación del metro».
En una de las mesas cenaba la familia afectada por el atropello. Según estima el encargado, «había una mujer, dos niños de unos 12 años, el padre de los menores, que llevaba una muleta, y otro hombre». Él no sabe cuáles son los vínculos exactos, pero sí vio cómo uno de los heridos «cogió la muleta y comenzó a golpear el vehículo donde estaba el conductor para que saliera».
Aldo llamó de inmediato al 112 y en pocos minutos la zona se llenó de policías locales, ambulancias y agentes de la Guardia Civil. «El causante del accidente salió de su Peugeot 407 visiblemente nervioso y en silencio», recuerda.
La Policía Local de Alboraya le practicó la prueba de la alcoholemia y dio un valor de 0,69 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. La tasa máxima permitida es de 0,25 y el umbral en el que la conducta es ya delictiva es 0,60, según fuentes policiales. La Guardia Civil de Tavernes Blanques se llevó al hombre detenido.
Según fuentes de la Benemérita, se trata de un conductor de nacionalidad española y origen ecuatoriano. La causa más probable del siniestro es «un exceso de velocidad». Al parecer, golpeó previamente a un vehículo aparcado antes de perder el control e irrumpir en la zona peatonal donde estaban las mesas del local.
Como resultado del impacto, la mujer resultó herida grave, pero en principio su vida no corre peligro. Hubo, además tres personas heridas leves: el adulto y los dos niños de 12 años. El conductor está detenido y en las próximas horas será puesto a disposición judicial.
Todavía en la mañana de este sábado había varias mesas rotas en el local y hasta un resto del retrovisor del coche. En los próximos días, el Ayuntamiento de Alboraya arreglará los desperfectos, pues donde había un bolardo y una señal, ahora hay una acera con dos agujeros.
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