Víctimas de accidentes y guardias civiles exigen más control a conductores mayores

Reconocimientos médicos más frecuentes a mayores y un mayor control del rigor con el que se renuevan sus permisos en los centros. Todo en aras de detectar a tiempo los posibles deterioros en la conducción que acaben en tragedias como la de Rotglá y Corbera, con cinco personas fallecidas. Son las demandas esenciales de víctimas, guardias civiles y profesionales sanitarios relacionados con estos procesos y consultados por LAS PROVINCIAS.

Ana Novella es la voz de las víctimas, presidenta de Stop Accidentes. «Una de las claves sería que el médico de familia pueda intercambiar datos con la DGT», propone, «y eso hoy por hoy no se produce». La única garantía la ponen hoy los reconocimientos obligatorios periódicos para renovar el permiso «y pensamos que, a partir de los 70, deberían ser cada dos o tres años. Y conforme va aumentando la edad del conductor en menos tiempo», más frecuentes.

En cuanto al debate sobre el tope de edad para conducir, inexistente actualmente en España, «lo debería marcar el propio centro», comprende Novella. Y «en los casos de 'no apto' debería ser la DGT quien lo comunicara para que el usuario no culpe a los profesionales de los centros o se encare con ellos», añade.

Eduardo Cano es portavoz de la Asociación Unificada de Guardais Civiles (AUGC). «¿Acortar los plazos para los reconocimientos de renovación en mayores? Sin duda. A partir de cierta edad todos perdemos aptitudes. Es innegable. De hecho, cuando una patrulla para a una de estas personas a veces directamente se le propone a la DGT reconocimiento médico».

La asociación de agentes de la Benemérita va un paso más: «Deberían de ser a partir de los 67 años y realizados por órganos dependientes de las jefaturas provinciales de tráfico». Es decir, abogan por no externalizar dichos servicios y que los asuma directamente personal médico dependiente de la Administración General del Estado. De esta manera, entienden algunos guardias civiles consultados, «se evitaría que algunos responsables de reconocimientos actúen por intereses diferentes al meramente médico y capacitativo».

Tanto responsables de centros de reconocimiento como guardias consultados por este diario lo constatan: «Hay centros excelentes y otros de dudosa reputación con falta de profesionalidad o rigor», alertan. Son negocios en los que «con poco mas que pagar les pasan el certificado». Es el riesgo del interés económico frente al interés por la seguridad vial.

Así lo resume un agente que prefiere no identificarse: «Tengo familiares mayores y tiemblo cuando cogen un vehículo. Por desgracia ya han perdido todas las aptitudes para conducir, pero siempre encuentran un centro médico que se la pasa».

En otro caso, lo vivió en primera persona: «Vi a un hombre mayor y le decían: 'Bueno, usted lleva gafas y no me lo ha dicho, pero no pongo nada en el informe y arreglado». En resumen, «hay mucha competencia en los centros de reconocimiento médicos y algunos, no todos, dejan mucho que desear porque que sólo quieren clientes que vuelvan».

Como resaltan desde AUGC, «nosotros no creemos en una edad fija para retirar carné, pues cada persona tiene unas habilidades o pérdida de conducciones físicas diferentes». Lo importante, consideran, es que se les someta a «reconocimientos médicos acordes con su edad y más rigurosos». Y aseguran que el reglamento de armas a partir de los 67 «es mucho más restrictivo» que el de la conducción. A pesar del peligro probado que puede suponer ponerse al volante sin las capacidades adecuadas.

Según expuso el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «estamos trabajando por una seguridad plena y en un mes o mes y medio sacaremos la estrategia de seguridad vial para 2021-2030 con el objetivo de reducir a la mitad la cantidad de víctimas de la siniestralidad».

Además, expuso que el Gobierno «está trabajando» en un proyecto de ley para mejorar la seguridad en personas mayores. «Las condiciones psicofísicas de las personas con la edad se han modificado mucho. Ahora no son igual que hace 20 años a una determinada edad», valoró. «Es fundamental que las personas que se ponen al frente de un vehículo se encuentren con las capacidades adecuadas para no poner en riesgo ninguna vida».

Por el momento, no hay fecha definida para el posible cambio normativo ni Grande-Marlaska concretó en qué consistirán los cambios que marcará Interior.