r. v. / i. d.
Valencia
Martes, 12 de marzo 2019
La policía estrecha cada vez más el cerco sobre las personas que difundieron de forma masiva los cuatro vídeos de contenido sexual en los que aparece el cirujano maxilofacial Luis Senísy la que era su pareja hace tres años. Una de las implicadas, una mujer de 33 años, fue detenida el lunes por agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Patraix tras una rápida investigación después de que los dos afectados, el cirujano y su expareja, presentaran sendas denuncias.
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Los hechos constitutivos de un delito contra la intimidad se iniciaron a principios de febrero, cuando una mujer sustrajo uno de los dos móviles que utilizaba Senís, aunque el cirujano no le dio importancia porque creía que lo había perdido. Semanas después le sustrajeron su teléfono personal con fotos y vídeos sexuales grabados por Senís en los últimos cuatro años.
A partir de ese momento, empezaron a llegar a sus allegados y conocidos los vídeos de contenido sexual, y el cirujano se puso en contacto con las dos mujeres que él creía que podrían estar involucradas para evitar acudir a la policía, pero ellas negaron su implicación. Tras una rápida investigación, la Policía Nacional obtuvo pruebas para detener a una de estas personas y continúa las indagaciones para determinar si la otra participó en el envío masivo de los vídeos y memes caricaturescos.
La mujer arrestada está casada y mantuvo una relación esporádica con el cirujano hace tiempo. La sospechosa quedó en libertad tras ser interrogada por la policía, aunque con la obligación de acudir al juzgado cuando sea citada para tomarle declaración.
Según las investigaciones, habría difundido los vídeos sexuales, presuntamente, por una venganza personal. Los dos teléfonos móviles fueron devueltos el pasado jueves, cuando alguien los metió en un sobre a nombre del cirujano y los dejó en el hospital donde se grabó uno de los vídeos. Senís los llevó entonces a la comisaría de Patraix para que la policía buscara posibles huellas de la persona que los sustrajo y luego difundió los vídeos.
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Cuando presentó la denuncia, el cirujano explicó a la policía que sospechaba de dos mujeres y que había sido víctima de una trama para desprestigiarlo profesionalmente. A la persona detenida la vieron discutir en plena calle con Senís después de que rompieran su relación.
Tras conocerse la detención de la mujer, el cirujano valenciano, en declaraciones a LAS PROVINCIAS, mostró su satisfacción porque «sirve para esclarecer lo que ha sucedido y para demostrar que no he sido quien ha difundido los vídeos y los mensajes».
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«No me he inventado nada», destacó Luis Senís, quien confía en que la investigación policial «aclare si hay cómplices». Además, señaló que también le ha desaparecido una cartera con dinero. En este sentido, explicó que el desbloqueo y posterior análisis de los teléfonos móviles sustraídos (uno de trabajo y el personal) permitirá analizar «su posicionamiento gracias al GPS, se va a saber quién los ha tenido».
«Me han robado los teléfonos, han suplantado mi identidad, han difundido los vídeos de forma masiva y queda por ver si había una trama organizada para hacerme daño», repasó el doctor Senís, que recordó cómo las grabaciones se han remitido a «todo mi círculo de contactos a nivel personal y profesional con el objetivo de dañar mi imagen y mi honor». En este sentido, se preguntó cómo es posible «que una única persona haya hecho todo esto».
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Asimismo, el cirujano calificó de «maléficos» todos los comentarios «que circulan y no son verdad como que me han despedido. Las personas que han difundido esto, al igual que los vídeos, y medios que han difamado van a recibir una querella», añadió Luis Senís.
A su juicio, «hay una trama emocional, en la que una persona me ha defraudado, y otra parte profesional, en la que de forma intencionada se ha intentado hacerme daño a toda costa».
«Los hechos, en la forma en que han trascendido, podrían ser constitutivos de un delito contra la intimidad en el tipo reforzado y agravado. Estamos ante la infracción de un bien jurídico hiper protegido, que es el que afecta al núcleo duro de la intimidad y cuyas penas pueden alcanzar hasta los cinco años de prisión, siempre que se parta de qué ha habido un apoderamiento de dichos elementos audiovisuales».
Así explica el socio-director de Domingo Monforte Abogados, José Domingo, las penas a las que podrían enfrentarse las personas implicadas en este caso. Además, «podría valorarse en concurso con la suplantación de identidad al querer dar la apariencia de que es el propio usuario titular del teléfono móvil quien envía los vídeos, buscando dañar su imagen con información personal íntima y protegida».
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