La policía investiga a un joven por el abandono del feto junto al viejo cauce

La Policía Nacional ha confirmado que los restos biológicos encontrados el martes por la mañana en la calle Guillem de Castro de Valencia corresponden un feto de poco desarrollo acompañado de la placenta y que fueron abandonados allí por un joven al que ahora se trata de localizar. En esta tesitura, las hipótesis apuntan a un aborto sin asistencia médica y que, a juzgar por el reguero de sangre encontrado, podría haberse producido horas antes del hallazgo en la calle.

Tal y como avanzó LAS PROVINCIAS en su edición de ayer, el extraño hallazgo se produjo en la madrugada de ayer. Agentes de la Policía Local solicitaron la presencia de la Policía Nacional tras descubrir la patrulla la bolsa de plástico de color azulado que contenía los mencionados restos biológicos. En ellos había plásticos, paños y una gran cantidad de sangre junto a lo que parecían ser vísceras. En ese instante resultaba imposible aclarar si eran de origen animal o humano.

Además, había un segundo elemento clave: un reguero de sangre muy extenso que arroja algo de luz en cuanto a la ruta seguida por la persona que dejó los restos en el lugar. Esta estela de gotas llevaba, por un lado, hasta un parque cercano próximo a las torres de Quart, y una segunda línea de sangre descendía directamente por la rampa de bajada a los jardines del Turia, en el viejo cauce. Ambas son zonas frecuentadas por personas sin techo.

Ante la imprecisión de lo que había en el interior de la bolsa, la Policía Nacional trasladó los restos al Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia para un análisis médico forense. Al mismo tiempo, se dio cuenta al grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía, que iniciaron las indagaciones.

Como es habitual en estos casos, los agentes comenzaron a interrogar a personas que frecuentan la calle o viven en la indigencia. También revisaron cámaras de seguridad de la zona de Guillem de Castro, frente al IVAM, y se consultaron a hospitales por si alguna mujer había acudido con indicios físicos de un parto o aborto.

Lo más relevante de las primeras pesquisas es que la policía ha logrado situar, al menos, a la persona que podría haber llevado hasta allí los restos. Se trata de un joven que estuvo tumbado en el banco junto al cual apareció la bolsa. Permaneció allí un tiempo y después se marchó sin más del lugar «dejando la bolsa». Su localización y la de la madre se ha convertido ahora en la prioridad dentro de la investigación. En esencia, se abren dos posibilidades: un aborto espontáneo con abandono posterior del feto o bien inducido o de naturaleza violenta, de ahí la investigación policial encaminada a aclarar estas incógnitas.