La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
ATLAS
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.