Borrar

13 fotos

La 'viuda negra' de Alicante se niega a andar ante las cámaras

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

Viernes, 24 de agosto 2018, 16:38

Modo oscuro

Conchi, la viuda negra de Alicante, acusada de la muerte de José Luis, junto a ella en la imagen.

Atlas
Conchi, la viuda negra de Alicante, acusada de la muerte de José Luis, junto a ella en la imagen.
Conchi, la viuda negra de Alicante, acusada de la muerte de José Luis, junto a ella en la imagen.

Paco, el presunto autor material del crimen de la viuda negra de Alicante.

Atlas
Paco, el presunto autor material del crimen de la viuda negra de Alicante.
Paco, el presunto autor material del crimen de la viuda negra de Alicante.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

ATLAS
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.
La policía espera paciente a las puertas de los juzgados, en el interior del furgón policial, Conchi, que ha visto las cámaras de televisión, se niega a bajar. Dice que no puede caminar, así que los agentes la sacan en volandas. Aseguran que en dependencias policiales caminaba sin problema, de hecho la salida de comisaría la ha hecho a pie. A continuación, ha salido Francisco, el supuesto cuidador. Ambos visten pijama, no porque estén enfermos, sino porque la ropa que llevaban el lunes, cuando, presuntamente asesinaron al marido de Conchi con un destornillador, está siendo analizada. Los investigadores no tienen dudas el crimen fue premeditado y ahora trabajan para determinar el móvil. Los dos detenidos vivían juntos en Sax, Alicante. Allí sus vecinos cuentan que eran bastante conflictivos. Ella siempre iba en su silla de ruedas, pero sospechaban que no la necesitaba, algo que confirma Héctor Sánchez, un amigo de la víctima, que asegura que la ha visto andar en varias ocasiones. En el barrio además, aseguran que eran pareja y que se iban a casar en unos meses. Pero con quien realmente se casó hace quince días fue con su víctima, su cuarto marido. Y a pesar de que vulgarmente se la ha llamado la viuda negra y que uno de sus exmaridos murió degollado por el hermano de éste, este es el único caso por el que se la está investigando.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La 'viuda negra' de Alicante se niega a andar ante las cámaras