Tecnología de la Politécnica para una multinacional japonesa

En las universidades patrias se cuecen decenas de miles de investigaciones que por unas u otras razones no llegan a buen puerto. Es decir que no llegan a cumplir con la máxima de ser útiles para la sociedad. No es el caso de una desarrollada por investigadores de la Universitat Politècnica de València. El Instituto CMT-Motores Térmicos ha conseguido captar la atención de la multinacional japonesa Horiba que incorporará a su división de automoción un sistema que contribuye a asegurar el buen funcionamiento y bajo nivel de emisiones de los motores de combustión interna alternativos cuando operan en diferentes cotas sobre el nivel del mar. «Llega un momento en el ciclo del desarrollo de un motor donde las compañías tienen que probar sus vehículos en sitios como Sierra Nevada o en las Montañas Rocosas. Y esas condiciones para las empresas suponen un coste muy elevado. El dispositivo desarrollado permite tener el motor en un banco y que se simulen las condiciones que se pueden dar en altitud. Es un equipo compacto y fácilmente trasladable, con lo que hay un importante ahorro de costes», explica Héctor Climent, investigador del CMT.

El equipo está destinado tanto a la evaluación de motores de aviación, como de transporte terrestre.

El acuerdo de licencia se ha hecho oficial esta mañana, en un acto que ha contado con la presencia del rector de la UPV, los investigadores del Instituto CMT-Motores Térmicos,y los responsables de la empresa nipona.

Tres años de investigación han servido para que este prototipo pueda ser industrializable en poco más de un año y se especula con que sea una empresa valenciana la que se encargue de fabricarlo.

En cualquier caso la construcción del prototipo industrial será dirigida desde el Instituto CMT-Motores Térmicos de la UPV. Se calcula que el coste del producto finalizado será de 140.000 euros por unidad.