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La década sin rumbo de Miguel Ricart

'El Rubio' salió embozado y huyendo en un taxi de la cárcel de Herrera de la Mancha tras ser liberado al caer la 'doctrina Parot'. Repudiado por una comunidad religiosa, durmiendo en la estación de Barcelona y esfumándose en Francia, el triple homicida ha acabado en el pozo con el que coquetea desde joven: la droga

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