
J. BATISTA
Martes, 27 de abril 2010, 04:15
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«¿Qué padre no avala a su hijo cuando se lo pide?» La pregunta retórica se la hacía ayer el presidente del Consejo de Mayores de la Comunitat, el doctor José Fornes, tras intervenir en el VI Encuentro Autonómico de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) celebrado en Valencia. Y es que la crisis está teniendo repercusiones muy graves entre los mayores de 65 años, hasta el punto de llegar a perder su vivienda tras una vida de trabajo y dedicación a la familia.
José Sanchis, presidente de la UDP de la provincia de Valencia, explicaba ayer que han detectado casos de mayores que se quedan «en la calle» tras avalar a sus hijos en la compra de su vivienda. El paro y la imposibilidad de hacer frente a los pagos de la hipoteca hacen que las entidades bancarias ejecuten el aval, que suele ser la vivienda paterna.
«Nos han llegado situaciones en que los padres apoyaron a los hijos en la compra de la vivienda. Pero como estos no pudieron pagar les quitaron el piso donde vivían. Y se han quedado en la calle», explicaba ayer durante el encuentro. «Y estoy seguro de que le ha ocurrido a más de uno, aunque muchas veces no se sabe porque los padres tienen vergüenza y se lo callan», sentenció. «En muchos casos, los mayores soportan todo lo que los hijos no pueden cubrir», dijo.
Sanchis añadió que la única forma de evitar situaciones de este tipo es establecer unas «pensiones dignas», y recordó la cantidad de personas que reciben una prestación mínima porque en su día nadie les hizo cotizar todo lo que trabajaron.
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Como publicó LAS PROVINCIAS el domingo, tres de cada diez mayores apoyan económicamente a sus hijos ante la imposibilidad de estos de hacer frente a las deudas.
Y de cara a los próximos meses, la situación no será nada halagüeña, teniendo en cuenta desde el recorte de las pensiones hasta futuras subidas de impuestos. «Siempre se ha producido una disminución del poder adquisitivo, y ahora más. De hecho, estamos asustados con la subida del IVA», apuntaba ayer Fornes, que ofreció una charla sobre la importancia de la salud, especialmente del corazón. Además, señaló que los problemas más extremos, como la pérdida de la vivienda, también han llegado al Consejo de Mayores de la Comunitat. Por último, Fornes optó por impulsar programas preventivos que faciliten un envejecimiento activo y luchen contra la soledad. «Es uno de los peores problemas. Conduce a la enfermedad y la dependencia», sentenció. Sanchis dijo que esta situación afecta al 20% de los mayores valencianos.
El Encuentro contó con la presencia de la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, y sirvió para reconocer la labor de tres representantes de la UPD y de los encargados de los Bancos de Alimentos, cuyo trabajo beneficia a muchos mayores sin recursos.
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