PPLL
Lunes, 31 de mayo 2010, 20:47
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«Aunque la pareja se haya roto es fundamental que se preserve la continuidad de la familia», sostiene. Esta profesional defiende la custodia compartida aunque considera imprescindible estudiar cada caso para ver si es conveniente. «Puede ser que haya niños a los que por su carácter no les favorezca el trasiego de cambio de casa que supone una custodia compartida» . Reconoce que igual que tiene ventajas, «también algunos inconvenientes». A favor, que el menor mantiene los lazos afectivos con ambos, se descarga de presión al progenitor custodio o evita que crezca sólo con una familia. En los «peros»: los niños necesitan un lugar de referencia por lo que hasta los doce años «es más fácil que se desestructure su psiquismo con el cambio continuo de hogar».
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