Borrar
Urgente La jueza abre juicio oral contra el hermano de Pedro Sánchez y el líder del PSOE extremeño
Una pedanía en tierra de nadie
Tángel

Una pedanía en tierra de nadie

Tánger lucha por hacer escuchar su voz, una vez silenciado el tráfico que la ensordecía

TOMÁS RAMÍREZ FOTOGRAFÍA RAFA MOLINA * tramirez@cmalicante.com

Domingo, 20 de febrero 2011, 11:19

El núcleo urbano de la partida rural de Tángel, la más pequeña en superficie y población de las pedanías de Alicante, lo conforma una treintena de casas situadas a izquierda y derecha de la antigua carretera que unía el municipio de Alicante con el de San Juan, y ocupa una estrecha franja de terreno que se adentra como una cuña en el término municipal de Mutxamel, del que lo separa el barranco del Juncaret , frontera natural entre ambos municipios.

La fisonomía de este espacio, con una población de poco más de medio centenar de habitantes, ha cambiado en los últimos años. El creciente interés de la gente por vivir en núcleos residenciales ha hecho que muy próxima, a escasos cien metros, se haya creado la urbanización Casas de la Huerta, viviendas unifamiliares y bungalós que pertenecen al término de Mutxamel y ha traído consigo la creación de nuevos servicios de los que se aprovechan los vecinos de Tángel. Sobre todo comercios de alimentación de los que carece la pedanía.

Milagros Javaloyes, vecina de la pedanía, refiere que la proximidad de las casas a la carretera ha hecho que la intensidad del tráfico, el ruido de los coches y la polución ambiental que provocaban hayan sido para ellos un continuo martirio, del que sólo ahora, después de la construcción de la ronda urbana que discurre desde San Vicente hasta Santa Faz y San Juan, se han podido librar. Cientos de coches, muchos de ellos camiones de gran tonelaje que, como recuerda José Serna, miembro de la asociación de vecinos y memoria viva de la pedanía, eran un peligro para la seguridad de los residentes y provocaban también vibraciones y grietas en las viviendas.

Pero la situación ha cambiado, y la antigua carretera que atravesaba Tángel se ha convertido en una vía urbana de un sólo sentido de circulación. Una calle a la que, por lógica, se le denomina Única a efectos de la administración y con inmuebles de entre los que destaca la iglesia de la Virgen de las Virtudes; la Casa Gran, casa señorial de la que ya daba cuenta el cronista Rafael Viravens en 1876 y que en la actualidad permanece cerrada. También el Casino o Círculo Agrícola de Tángel que data de 1916; la conocida como Finca Manero, en cuyo solar hay una gran pinada, y el cementerio en un montículo de las afueras.

La tranquilidad que se respira ahora en la pedanía ha contribuido a que muchas familias jóvenes hayan decidido instalarse en estas casas de la pedanía. Este es el caso de Adrián Vidal Skovsted, fotógrafo de profesión y padre de dos hijos pequeños. Su inquietud por mejorar la calidad de vida de este lugar le ha llevado a asumir la presidencia de la asociación de vecinos, a la que también pertenece José Serna, encargada de trasladar al Ayuntamiento de Alicante sus reivindicaciones.

Roces con Mutxamel

Para Vidal y Serna uno de los principales logros ha sido la construcción de un aparcamiento y unos juegos infantiles en el descampado que había a la entrada de Tángel y cuyo dueño, José Luis Romeu Lamanier, ha alquilado este espacio al Ayuntamiento de Alicante con el fin de que los niños de la pedanía puedan tener un espacio de diversión del que carecían.

Superado el problema del tráfico en la calle del pueblo los representantes vecinales de Tángel reclaman al Ayuntamiento mejoras en otro servicio que para ellos es fundamental como es el transporte urbano. Los vecinos se quejan de la mala planificación horaria de los autobuses que pasan cada dos o tres horas para desplazarse hasta el centro de Alicante.

Una franja horaria que consideran totalmente inoperante para atender las necesidades de los vecinos, por lo que reclaman una mayor racionalización de las frecuencias con el fin de evitar el uso de los vehículos particulares.

Recientemente los vecinos ha reclamado a la Concejalía de Partidas Rurales, que dirige el edil José Antonio Sobrino, soluciones a la limpieza y rehabilitación de la vía de servicio que da salida a la Vía Parque y que han de utilizar los vecinos para llegar hasta las paradas de autobús que van hasta San Vicente del Raspeig. Vía que va en paralelo al cauce del barranco del Juncaret y cuyo tránsito lo dificultan los árboles sin podar que hay en la carretera , la maleza del firme o la basura acumulada.

Desde hace años José Serna lucha por conseguir que en la pedanía se establezca una sede para la asociación de vecinos. Un local en el que se puedan celebrar reuniones, en el que las mujeres o los que lo deseen hagan talleres de manualidades, bailes u otras actividades y que los residentes tengan un lugar de encuentro y convivencia. Espacio que a su juicio podría estar en el inmueble del Circulo Agrícola sin que interfiriera las tareas del restaurante. No obstante, asegura que siempre se ha encontrado con las reticencias de la directiva que se opone a ceder el local para el fin que pretende la asociación de vecinos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Una pedanía en tierra de nadie