El Banco de Alimentos inicia el mayor reparto de comida de su historia

El Banco de Alimentos de Valencia, con sede en la capital y en la Pobla de Vallbona, inició ayer el mayor reparto de comida desde que se fundó. En total, se van a distribuir entre las personas necesitadas casi tres millones de kilogramos de alimentos. Gran parte del material se donará a los 162 centros benéficos a los que presta asistencia la entidad, fundada en 1994. Desde estos, la comida gratuita llegará a las personas en riesgo de exclusión que estén incluidas en sus programas de atención.

Tal y como explicó el presidente del Banco, Jaume Serra, los primeros centros recibieron los alimentos ayer desde la sede de la Pobla, donde la entidad ha alquilado una nueva nave de almacenaje. La previsión es que la distribución se haga en cuatro fases. La primera comenzó ayer, la segunda se desarrollará a finales de junio y las dos restantes se han programado para después del verano (septiembre y octubre o noviembre).

La materia prima llega de la mano del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), que pertenece al Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de alimentos incluidos en el Plan de ayuda alimentaria a las personas más necesitadas, una herramienta de la que se benefician los diferentes países de la Unión Europea. Serra comentaba que es la primera vez que se recibe una cuantía tan elevada, pues hasta el momento apenas se habían superado los dos millones de kilos de comida. Exactamente, se han recibido 2.900 toneladas de alimentos.

La mayor dotación hace referencia a lácteos y derivados. Por ejemplo, se han entregado más de 800.000 kilos de leche en bricks. También destacan productos como el arroz, el caldo de carne, harina, tomate frito o pastas.

Una de las peculiaridades del Banco de Alimentos de Valencia es que también reparte parte de sus existencias directamente a familias necesitadas. Esto se consigue gracias a que incluye el Banco de los Pobres, una entidad sin ánimo de lucro que también se beneficia de la distribución a los centros benéficos, teniendo en cuenta que los estatutos de los bancos de alimentos prohíben la entrega directa a personas. Serra señaló ayer que la aportación del FEGA permitirá que los beneficiarios puedan llegar a duplicar la cantidad de comida que suelen llevarse a casa.

Desde la apertura de la sede en Valencia capital, el número de familias incluidas en el Banco de los Pobres se ha multiplicado, hasta alcanzar a más de 9.000 personas. Hay que tener en cuenta que el primer reparto, en julio de 2009, estuvo protagonizado por 250 familias. El dato, sumado a los atendidos de la Pobla de Vallbona, eleva a 15.000 los beneficiarios en la actualidad del programa asistencial.

Además del FEGA, el Banco se nutre de ayudas municipales y autonómicas y de donaciones altruistas de empresas y cadenas de supermercados. Está gestionado por personal voluntario, que se encarga de la organización y la distribución de los alimentos.