Casa Balanzá ya tiene sucesor

En 1982 cerró sus puertas Casa Balanzá, uno de los bares más emblemáticos de la ciudad de Valencia. Estaba en la calle Ruzafa y competía con Barrachina y la Cafetería Lauria como el lugar de encuentro de la plaza del Ayuntamiento. Cerró.

Posteriormente sus propietarios abrieron una sala de juegos recreativos. Hasta 2005. Ese año la finca fue sometida a una rehabilitación integral y la planta baja que fuera sede del mítico bar sólo ha sido usada parcialmente como la continuación del salón de máquinas de juego Balanzá.

Pero en diciembre Valencia compensará la pérdida de Casa Balanza, casi treinta años después, con un nuevo local que para rendir tributo a su antecesor quiere ser un referente dentro de la oferta de ocio y gastronómica de la ciudad.

Casa Balanzá pasará a llamarse Gustore y lo llevarán Andrea Minotto y Rebeca Establés. Andrea se estableció en Valencia en el 2000 después de trabajar en Italia para una de las empresas de Berlusconi. Se vino aquí y abrió un restaurante que se llama Crapa Pelata (cabeza pelada en italiano). Y ha sido un éxito tanto que la idea se ha llegado a clonar, en forma de franquicia hasta 13 veces por toda España.

Andrea y su mujer, sin embargo, no querían quedarse en ese negocio y ya llevaban tiempo buscando un local céntrico para abrir un local «que sea una referencia en la ciudad», dice el ambicioso italiano.

Por eso, cuando se le puso delante la opción de abrir en lo que era Casa Balanzá ni se lo pensó. Era el sitio. Los propietarios de la planta baja han estado casi cuatro años esperando a la oferta adecuada y parece que la de Minotto les ha gustado: «En una semana nos pusimos de acuerdo», dice.

Andrea y Rebeca, el es el ideólogo y ella la calculadora del negocio, saben que están ante un reto muy importante. El lugar pesa mucho, pero ellos se ponen metas más altas: «Si no estuviéramos convencidos de que la oferta que vamos a dar a Valencia es innovadora no habríamos empezado. Estamos en un lugar emblemático, un sitio perfecto», dice el transalpino.

Rebeca escucha y se muestra satisfecha con la idea. Tanto que se atreve a decir: «Venimos a revitalizar la Plaza del Ayuntamiento, un lugar que debería ser de encuentro para todos los valencianos». A lo que Andrea suma: «Creo que aún no nos hemos dado cuenta en esta ciudad de que la plaza del Ayuntamiento y la plaza de la Virgen están a la misma altura que las mejores calles de Europa y que si las peatonarizaramos ganaría muchísimo la ciudad».

La oferta de Gustore será de comida saludable a «precios razonables» y pretenden que la terraza que van a montar «sea la mejor de la ciudad. No queremos masificación sino un lugar de encuentro del que la ciudad se sienta orgulloso, al estilo de las mejores terrazas de las capitales europeas», argumenta Andrea. En diciembre se sabrá...