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PACO SOTO
Sábado, 5 de noviembre 2011, 01:11
Casi un mes después de las elecciones legislativas polacas, que dieron la victoria al liberal Donald Tusk, el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski está al borde de la ruptura. Kaczynski perdió las elecciones presidenciales y generales, y está cada vez más cuestionado dentro su partido. El PiS ya sufrió este año una escisión de una corriente más moderada que dio nacimiento al grupo Polska Jest Najwazniejsza (PJN).
Pero el peligro es ahora mucho mayor, porque el protagonista de la rebelión interna es Zbigniew Ziobro, un joven y ambicioso político de Cracovia que fue diputado y ministro de Justicia del Gobierno de Jaroslaw Kaczynski y que está encausado por un delito de espionaje político e implicado en otros asuntos de dudosa legalidad. Ziobro es un importante dirigente del PiS y europarlamentario que en 2006 fue elegido «personaje del año» por el semanario polaco 'Wprost'.
Sus ideas políticas son mucho más conservadoras que las de Kaczynski. En su etapa de ministro de Justicia, quiso imponer a Polonia una «revolución moral» de derecha extrema que provocó una enorme preocupación en la Unión Europea, y prometió una lucha sin cuartel contra la corrupción, «los ricos» y «las mafias oligárquicas» que no llevó a cabo.
A Ziobro lo llamaban el 'sheriff' en los mentideros políticos y periodísticos de Varsovia, y a medida que el Ejecutivo de Kaczynski iba debilitándose, el joven ministro ultraconservador iba acumulando poder y ganándose también el rechazo de la oposición de centroderecha y de izquierda por la gestión de los asuntos judiciales y de seguridad.
Los partidarios de Ziobro en el PiS son numerosos y «se están preparando para construir su propio partido», asegura el eurodiputado del PiS Ryszard Czarnecki. El dirigente díscolo tiene el apoyo de unos 40 diputados y de muchos militantes en el sur del país. Su objetivo es fundar un partido a la derecha del espectro político, nacionalista polaco y católico integrista. «Está claramente a la derecha de Kaczynski. Ya ha retirado de su página web el anagrama del PiS, y se prepara para crear un nuevo partido de corte populista y ultra», explica a el comentarista político Mariusz Borkowski.
Kaczynski y los órganos dirigentes del partido han dado un ultimátum a Ziobro y sus seguidores: tienen que abandonar la disidencia, dejar de aparecer en los medios y ponerse a disposición del líder. A cambio mantendrán sus cargos en la cúpula del partido. Pero Ziobro ha rechazado la propuesta y denunciado las presiones ejercidas por los jerarcas del PiS. Ante la falta de compromiso, un procedimiento disciplinario que acabará con la expulsión de los críticos está al caer.
El nuevo partido de Zbigniew Ziobro podría tener el apoyo explícito de Radio María, una poderosa emisora católica de extrema derecha dirigida por el sacerdote redentorista Tadeusz Rydzyk, que cuenta con el sostén de una parte sustancial del Episcopado polaco. Los observadores políticos destacan que la rebelión de Ziobro divide a la derecha radical y fragmentará el voto ultraconservador, lo que dará más fuerza al centroderecha liberal y la izquierda. También coloca a Kaczynski en una situación de debilidad y aislamiento.
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