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Uno de los trenes de la línea de CTFV en la "estacioneta". (Gentileza de Remember Valencia. Skycrapercity)
El metro que cambió un distrito
Valencia

El metro que cambió un distrito

La estación nació en plena huerta, al sur del camino de Tránsitos, embutida junto al nuevo trazado de la calle Carcagente

PPLL

Sábado, 26 de noviembre 2011, 01:35

Los vecinos del distrito de Jesús con algunos años a las espaldas, han tenido como compañeros de su vida a unas amigas, las vías del ferrocarril de vía estrecha, que afeaban el paisaje y daban incluso disgustos, pero que configuraban un modo de entender la vida en el barrio. Por eso, cuando esas vías desaparecieron, cuando en 1988 llegó el metro, nos costó acostumbrarnos: nos faltaba el ruido, nos faltaba la estampa tradicional de los "trenets" de la línea sur de los Ferrocarriles Económicos, camino de Torrent o de Vilanova de Castelló.

El tramo de línea que unía Valencia con Torrent comenzó a funcionar el 11 de noviembre de 1893. En los años sucesivos se prolongó la comunicación hasta Picasent, Carlet y Alberique. A lo largo del tiempo, la fusión de concesiones permitió que, en el año 1912, se prolongara el servicio hasta Villanueva de Castellón

La estación, "la estacioneta" de unos trenes que parecían de juguete, nació en su día en medio de la huerta. La única idea urbanística que tuvieron los administradores de la empresa, que después de la guerra civil pasó a ser la CTFV es que estuviera ubicada en el lado sur del Camino de Tránsitos. Allí, entre la avenida de César Giorgeta y la calle de Cargente, embutida y carente de vista, se levantaba una pequeña y destartalada terminal, que llegó a tener, nadie sabe cómo, playa de maniobras e intercambiador de locomotoras.

No es muy conocido que desde esa estación, hasta la época de la República, partían los trenes que comunicaban la ciudad con Nazaret, viajando directamente hacia el mar por en medio de las huertas. Mientras los trenes que iban hasta Villanueva de Castellón cada día eran apenas ocho, los viajes hacia las playas del sur del río, especialmente en verano, podían llegar a la veintena. Después de la guerra, sin embargo, este servicio no se reanudó, al tiempo que se perdía la memoria de las vías.

1941: primer proyecto

En la presentación de la Memoria de la empresa de 1941, la CTFV, impulsada por su principal propietario, Ignacio Villalonga, propuso ya la posibilidad y la oportunidad de unir las dos populares estaciones que tenía mediante una comunicación subterránea. Las comarcas del sur de Valencia, hasta la Ribera, podrían quedar unidas con las que eran servidas desde la estación del Puente de Madera, es decir con Liria y Bétera, de un lado, y con Rafelbuñol, incluso con Sagunto en su momento, por el lado del mar.

Ni que decir tiene que la situación de España después de la guerra no permitió que se acometieran las obras, que Villalonga tampoco emprendió. Es así como pasaron y pasaron los años, mientras la red se empobrecía, quedaba falta de renovación a pesar de que andaba sobrada de clientes e incluso pasaba a manos del Estado, que todavía fue peor administrador que los particulares.

Durante la alcaldía de Vicente López Rosat, en los primeros años setenta, se retomó el proyecto del metro. Había que hacerlo porque el urbanismo desbordante estaba encajonando las vías entre paredes de casas. El "trenet", anticuado, pasaba por vaguadas sucias y destartaladas que eran la vergüenza de la ciudad.

La oportunidad verdadera se presentó en los ochenta, cuando el gobierno autonómico tomó del Estado la propiedad y la gestión de la compañía y pudo abordar, con la decidida ayuda estatal, el viejo proyecto de un tunel que enlazara las dos redes, norte y sur, de los ferrocarriles de vía estrecha.

1988: el metro enlaza Norte y Sur

El 8 de octubre de 1988, en vísperas del 750 aniversario del Reino de Valencia, el ministro José Barrionuevo, el presidente Joan Lerma y el conseller Rafael Blasco inauguraron la conexión subterránea de las dos estaciones, lo que supuso la puesta en marcha de la primera línea, la Línea 1, del nuevo metro de Valencia.

La empresa, que ha sabido granjearse muy buena reputación entre los viajeros, ha ido ampliando sus instalaciones a lo largo de los caso 25 años que han transcurrido desde su inauguración. Desde ese momento, superado un largo y engorroso periodo de obras, la línea llega desde el distrito de Patraix en subterráneo, por Campos Crespo, cruza Gaspar Aguilar, discurre por Jaime Beltrán y Uruguay y configura la estación que fue llamada de Jesús hasta que recientemente se ha cambiado su nombre por el de Joaquín Sorolla, por su proximidad a la estación del AVE.

En ese punto el enlace subterráneo discurre hacia la plaza de España y Ángel Guimerá, por debajo de la Gran Vía de Fernando el Católico, en busca de Nuevo Centro, la avenida de Pío XII y la estación del Empalme, donde las dos líneas de Liria y Bétera confluyen. Sería más tarde cuando se habría de redondear el enlace con Rafaelbuñol. Y cuando la línea 5, procedente del Paseo de Neptuno, haría un trazado de enlace con la estación de Jesús, con el fin de mejorar una red, que ha transformado profundamente el modo de moverse los valencianos y las características del urbanismo entero de Valencia.

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