
Los ruidos de una fábrica condenaron al alcalde de Vila-real a dejar el cargo
A. MARTÍ
Domingo, 29 de enero 2012, 01:37
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La localidad de Vila-real vivió uno de los hechos más controvertidos con la condena por parte del Tribunal Supremo del entonces alcalde de la ciudad: Manuel Vilanova. Fue el 24 de noviembre de 2006 cuando el TS le sentenciaba a 18 meses de cárcel y a diez años de inhabilitación de cargo público por prevaricación.
El caso giraba en torno a las denuncias de un matrimonio por los ruidos continuados de una empresa que había enfrente de su casa (Rocersa).
Tras años de litigios, al final el Supremo optó por la condena a uno de los alcaldes más queridos de la provincia de Castellón por su cercanía a los vecinos. La sentencia era una de las más duras dicatadas hasta el momento por contaminación acústica contra un cargo público.
Además de manifestaciones a favor del alcalde, el PP denunció el caso al considerarlo injusto. Eso sí, el hecho obligó a Vilanova a renunciar a la alcaldía de la segunda ciudad más importante de la provincia. La sentencia creó jurisprudencia en toda España.
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