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José Luis Olivas, presidente de Bancaja, en una imagen de archivo. / Efe/K. Försterling
El Consell espera que Olivas dimita de Bancaja antes del consejo de mañana
Economía

El Consell espera que Olivas dimita de Bancaja antes del consejo de mañana

El Gobierno valenciano admite que maniobra para forzar su salida y Francisco Pons, que ya le sustituyó en Bankia, se perfila como relevo

J. C. F.

Jueves, 29 de marzo 2012, 02:47

José Luis Olivas puede estar viviendo sus últimas horas como presidente de Bancaja. El detonante en su caída definitiva será su imputación por falsedad contable, administración desleal y delito societario en Banco de Valencia, entidad de la que ha sido presidente desde 2004 y hasta el pasado mes de octubre, apenas un mes antes de que fuera intervenida. La entrada del Frob en el banco valenciano provocó que Olivas se viera forzado a dimitir de todos sus cargos en BFA-Bankia, aunque consiguió mantenerse al frente de la caja valenciana con el apoyo del Consell. Sin embargo, la imputación a la que se enfrenta le ha hecho perder ese respaldo hasta el punto de que la Generalitat cree que su situación es insostenible y ya trabaja en su relevo.

Según reconocieron a LAS PROVINCIAS fuentes del Consell, el presidente de Bancaja está siendo sometido a una máxima presión para provocar su renuncia. «Entendemos que va a dimitir. Si no lo tiene asumido, es que no razona bien», declararon las fuentes. El TSJ valenciano confirmó el martes que en mayo declararán una veintena de responsables de la entidad, entre los que se encuentra el exconsejero delegado del Banco de Valencia Domingo Parra.

Las fuentes consultadas confían en que la renuncia se produzca antes del consejo de mañana. Olivas podría anunciarla hoy mismo para minimizar su impacto mediático al coincidir con la huelga general. El aún presidente de Bancaja ya siguió una estrategia similar con su inesperada dimisión como presidente del Banco de Valencia, que fue comunicada a la CNMV a un viernes a las once menos veinte de la noche. Desde el entorno de Olivas, no obstante, se apunta que la decisión depende de él, que no tiene intención de dimitir y que no se le ha conminado a hacerlo. De hecho, se recuerda que la trayectoria de Olivas, con un marcado perfil político, se ha caracterizado por su capacidad para resistir frente a las situaciones más adversas.

Su salida del Banco de Valencia fue el comienzo de sus problemas en el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), la entidad matriz de Bankia en la Bancaja integró todos sus activos y participaciones -incluida la del Banco de Valencia- en verano de 2010. El hecho de que Olivas, que por entonces ocupaba la vicepresidencia del grupo fusionado, dimitiera sin comunicárselo al presidente de la entidad, Rodrigo Rato, tensó las relaciones entre ambos hasta el punto de que su continuidad en BFA-Bankia se hizo imposible tras la intervención del Banco de Valencia, el 21 de noviembre.

Esa misma semana, el consejo de Bancaja se reunió con carácter extraordinario para analizar la situación tras la entrada del Frob en su participada. Parte de los vocales del consejo de la caja valenciana exigieron entonces su renuncia también como presidente de Bancaja, aunque Olivas se enrocó y dejó clara su intención de continuar con el argumento de que sus posibles responsabilidades en la crisis del Banco de Valencia ya había quedado depuradas con la renuncia a la vicepresidencia de BFA-Bankia, un cargo por el que percibió en 2011 más de 750.000 euros en concepto de salario fijo y dietas.

No obstante, los consejeros críticos pidieron que constara en el acta de la reunión una petición para que si de la intervención del Banco de Valencia se derivaba algún tipo de investigación, el presidente debía convocar de forma urgente al consejo de administración de Bancaja para que el órgano de gobierno decidiera sobre las responsabilidades de sus miembros presentes en el consejo del Banco de Valencia, incluido el propio Olivas. Se da la circunstancia de que el consejo de Bancaja se reúne mañana con carácter ordinario, por lo que, si todavía no ha formalizado su renuncia, Olivas deberá soportar de nuevo la exigencia de dimisión de sus consejeros. También podría presentar su renuncia el vicepresidente Antonio Tirado, quien también está imputado.

Desde su salida del grupo BFA-Bankia, en el seno del consejo de la caja valenciana se daba por hecho que Olivas no resistiría mucho tiempo en el único cargo que le quedaba. El goteo de informaciones sobre el estado de las cuentas del Banco de Valencia, con un déficit patrimonial de casi 600 millones y unas pérdidas de 901 millones el pasado año, no ha hecho sino complicar todavía más su permanencia en Bancaja.

Tampoco fuera de la caja se apostaba por su continuidad. De hecho, desde la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobby empresarial que promovió la candidatura de Francisco Pons para sustituir a Olivas en todos sus cargos en BFA-Bankia, siempre se ha defendido que lo más conveniente sería que el máximo representante de Bancaja en Bankia y el presidente de la caja valenciana deberían ser la misma persona. Por tanto, la eventual salida de Olivas le abre las puertas de la presidencia de Bancaja a Pons, su sustituto natural por ser actualmente el representante de la caja valenciana con más peso en BFA-Bankia.

Otro de los nombres que suenan, y que ya se manejó para sustituir a Olivas en BFA-Bankia, es el de José María Mas Millet, quien actualmente también es vicepresidente de Bancaja.

La polémica por la imputación de la cúpula de la entidad valenciana llegó ayer hasta Les Corts. Los grupos de la oposición coincieron en desear que la justicia actúe «hasta las últimas consecuencias». Mientras, el proceso de subasta de la entidad sigue sin arrancar y sus acciones siguen en caída libre. Ayer se desplomaron un 13,8%.

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