
HÉCTOR ESTEBAN
Viernes, 30 de marzo 2012, 02:41
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El mandoble con la mano abierta se lo llevó el nacionalista Enric Morera. Entró al hemiciclo con el pleno ya empezado con la banda sonora de las carcajadas del PP. En la solapa un cartel de servicios mínimos casi del tamaño de los paseantes que compran oro. Fabra fue a la yugular: «¿En su empresa privada también están de huelga? Aunque es amigo de los letreros no veo que lleve uno que diga que cobra más de 70.000 euros».
Al portavoz de Compromís le mudó la cara. Literal. No se esperaba que el presidente Fabra bajara a lo personal. Los populares llegaron al pleno con recursos y con argumentos para machacar. Con un estilo más propio del Consell popular de finales de los noventa. Fabra insinuó que la empresa de publipromociones en la que Morera participa en un 30%, según su declaración de bienes de Les Corts, estaba con la persiana subida ayer. Hay pruebas. Lo cierto es que en la de negocios destinados a las casas rurales, en la que el líder del Bloc participa en un 50%, atendían con normalidad.
Morera intentó escurrir el bulto. El jefe del Consell, hábil, le recetó su propia medicina: «¿Y usted dice que yo no contesto a las preguntas?» El nacionalista lamentó que Fabra entrara en temas personales, aseguró que gana menos dinero ahora que cuando se dedicaba a lo suyo y añadió que lo que hagan las empresas en las que ha participado es cosa de ellas. El jefe del Consell le recordó que hay que ser «coherente» con lo que se predica.
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A Morera el ataque de Fabra le dejó tocado. No tuvo capacidad de reacción. Los servicios mínimos le jugaron una mala pasada. La única lectura en positivo que pudo hacer Morera del mandoble de ayer es que, una vez más, le restó protagonismo al PSPV. De hecho el líder de los nacionalistas valencianos, se marchó del pleno antes de que el presidente de la Cámara cerrara la sesión.
Para el líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, también hubo canela, pero menos fina. Quizá se apiadó el presidente de su situación interna. Entre los mentideros se comentó si la pregunta que formuló Alarte ayer en la sesión de control sería la de su despedida. El congreso del PSPV en Alicante comenzará hoy y todo apunta, salvo que se haga caso al consejo de Ferraz, que habrá lío del gordo. Tan grande que no es descartable que el actual líder de los socialistas se vea obligado a embalar todas sus pertenencias de la cuarta planta de Blanquerías en cajas de cartón.
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Del PSPV acudieron cinco al pleno de ayer. Los socialistas también estaban de servicios mínimos. Los escuderos del secretario general fueron Cristina Moreno, Francisco Toledo y Carmen Ninet más los dos miembros de la Mesa, Ángel Luna y Carmen Martínez: «No sé si sus compañeros que han venido son los que están con usted (de cara al congreso) o son los que no han querido hacer huelga». El ataque a Alarte fue más político; el de Morera, de hogar y cuenta corriente.
Una huelga «política»
En lo que se refirió a la sesión de control pura y dura, Fabra calificó de «política» la huelga. Defendió la reforma laboral aplicada por el Gobierno de Mariano Rajoy y señaló que el programa popular estuvo refrendado en las urnas el 20 de noviembre. La realidad es que muchas de las medidas ejecutadas como la subida de impuestos no formaron parte de los mítines de campaña.
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Fabra apuntó al subir a la tribuna que ayer era un día distinto: «Hoy (por ayer) sólo la mitad del hemiciclo entiende que hoy es un día para trabajar por la Comunitat y por eso han puesto por delante su compromiso en el día de hoy». Para el presidente de la Generalitat se trató de una huelga «premeditada y política».
Tanto el socialista Jorge Alarte como el nacionalista Enric Morera respaldaron la huelga general y criticaron la reforma laboral porque generará más paro. Alarte señaló que el PP condena a los valencianos «al peor de los futuros». Sus argumentos no lograron contrarrestar los sendos mandobles de Fabra. A Esquerra Unida le fue más rentable hacer huelga genuina.
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Los diputados de la oposición que no asistieron al pleno presentaron por escrito su renuncia a la parte correspondiente de su sueldo. Desde la presidencia de Les Corts se les informó que serán los grupos los que tengan que descontar el dinero. El PSPV lo destinará a alguna organización no gubernamental.
En Les Corts, el seguimiento de la huelga, según fuentes del Parlamento valenciano, rondó el 50%. A primera hora de la mañana, un grupo de trabajadores repartieron octavillas en la puerta.
Esquerra Unida ayer estaba en huelga. A pesar de todo, una moción fue firmada por Marga Sanz y sellada en el registro de Les Corts a fecha jueves 29 de enero. ¿Incumplió EU su compromiso de hacer huelga? La realidad es que el texto se presentó el miércoles por la tarde tras el pleno pero no se selló. La iniciativa se dejó en una carpeta para que fuera firmada a la mañana siguiente (ayer a las 9:00 horas) por parte de los servicios de la Cámara. Reglamentariamente, hay 24 horas para presentar y registrar una moción subsiguiente después de una interpelación. Por eso, Sanz la tuvo que firmar con fecha 29 de marzo. EU hizo huelga ayer todo el día.
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