
M. LABASTIDA
Lunes, 30 de abril 2012, 15:02
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«Llevamos años pidiendo que nos dejen abrir ininterrumpidamente durante todo el día», explicaban el sábado desde Shalakabula, librería que comparte caseta con Gaia y Ramón Llull. Son de las pocas que este fin de semana han decidido no cerrar entre las 14 y las 17 horas, como era habitual hasta esta edición.
La organización de la Feria del Libro ha atendido en esta ocasión la petición de algunos libreros y ha permitido que las casetas que quieran permanezcan abiertas al mediodía. «Es un planteamiento que ha llegado de nuevas librerías del Gremio y hemos querido dar la opción, aunque la opinión generalizada es que es preferible cerrar unas horas a mitad del día para descansar», explicaba ayer Gloria Mañas, presidenta del Gremio de Libreros.
Lo cierto es que pocas librerías han secundado la propuesta. El sábado apenas cinco. Ayer lo que sí sucedió es que un mayor número de casetas en lugar de cerrar a las 14 horas aguantaron al menos una hora más dada la enorme afluencia de público que se registró a lo largo de la mañana.
La organización ha previsto que se pueda efectuar este nuevo horario los fines de semana y festivos. Los que han optado por seguirlo creen que hay que acostumbrar al público para consolidar la idea. Pero no es una opinión generalizada. «Este no es un evento de dos o tres días como los que se organizan en la Feria de Muestras. Aquí hay muchos jornadas para vender como para tener que aprovechar las horas de la comida», indicó Mañas.
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El interés por la cita de Viveros quedó constatado ayer. Por la mañana antes de que los puestos se abriesen a las 11 horas ya había numeroso público rondando el paseo Antonio Machado. Por la tarde cuando, alrededor de las 19 horas, comenzó a llover, quienes allí estaban se resistían a irse.
Aún es pronto para hablar de cifras. El trasiego de gente invita a las mejores previsiones pero habrá que ver cuántas de esas personas que visitan Viveros compran finalmente. «Mucha gente pregunta por precios y se interesa, se establece un contacto y con eso estamos satisfechos. La situación económica es mala y eso se nota», alerta Mañas.
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La Feria no se cierra a las nuevas tecnologías. Ayer acogió un debate sobre el libro digital en valenciano, promovido por la Asociación de Editores, en el que se explicaron las características de este formato, así como los mercados de negocio. Además se advirtió de que el 50% de las descargas de contenidos literarios que se hacen son ilegales. En la charla participaron representantes de editoriales como Tàndem o Tirant lo Blanch.
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