EP
Jueves, 5 de julio 2012, 18:44
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Los 22 aspirantes a conseguir la plaza de peón de servicios múltiples y enterrador que convocó el Ayuntamiento de Càlig han suspendido el primer examen, por lo que el proceso ha quedado desierto y obliga a una segunda convocatoria.
Este hecho provocó «sorpresa» en la alcaldesa de este municipio de 2.300 habitantes, Ernestina Borràs. «Estoy disgustada porque necesitábamos cubrir esta plaza para este verano, lo que ha provocado que estemos estudiando una contratación temporal », indicó la primera edil, que explicó que la prueba «no era difícil». «A lo mejor los aspirantes no han tenido en cuenta que las respuestas erróneas penalizaban y eso les ha restado puntuación», intuye la alcaldesa.
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