
5.000 tubos llenos de música
La iglesia de la Compañía engrandece la liturgia con el mayor órgano de la Comunitat y prepara conciertos
LAURA GARCÉS
Sábado, 8 de diciembre 2012, 11:13
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Más de 5.000 tubos tiene el órgano de la iglesia de la Compañía para lanzar a los cuatro vientos los sonidos más bellos y acompañar a la liturgia. Lleva el nombre de Cabanilles, en homenaje al organista valenciano, y es el más grande de la Comunitat Valenciana. Además es uno de los mayores de España. Lo atestigua Vicente Ros, organista, catedrático del Conservatorio Superior de Valencia e impulsor de la iniciativa para dotar a la ciudad de esta joya.
Ros explicó que el órgano Cabanilles ha requerido numerosos esfuerzos y también mucho tiempo. Ahora, cuando hace 10 años que ya es una realidad, se ha convertido en un indispensable de la música valenciana. De hecho, la iglesia de la Compañía será desde que la pasada semana comenzó el Adviento y hasta el próximo mes de mayo, escenario de grandes conciertos en los que el monumental órgano tiene un indiscutible papel protagonista. Las voces que lo acompañan son las del coro Sant Yago.
Y no solo eso, recuerda Ros. El mismo templo acoge en las grandes ocasiones, como la de hoy día de la Inmaculada, eucaristías en las que la liturgia despliega toda su grandeza y con ella las notas que salen del órgano. Son celebraciones gradiosas. Hoy, además, «al finalizar la misa se cantará la Salve ante la pintura de la Inmaculada de Juan de Juanes».
Vicente Ros recuerda que la decisión de instalar el monumental órgano en la iglesia de la Compañía responde a que este templo ofrece las dimensiones necesarias para poderlo acoger, además del interés que mostró la Compañía de Jesús por apoyar una iniciativa que partió de la Asociación Cabanilles de Amigos del Órgano.
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Ya se han grabado varios cedés, los conciertos no cesan, las celebraciones litúrgicas acompañadas por el órgano no se detienen... Pero a Vicente Ros no le parece suficiente para dar a conocer el gran patrimonio organístico valenciano, así como para engrandecer la liturgia.
Está pensando incluso en «alguna representación», pero lo que sí que se está cuajando ya son iniciativas para sumarse a la conmemoración del Año de la Fe en el que está inmersa la Iglesia Católica.
El órgano Cabanilles cumple otro fin. Es un medio casi indispensable para la formación de futuros organistas. Ros apunta que sirve también para los alumnos del Conservatorio Superior, que en estos momentos son siete en esta especialidad. Parecen pocos, pero son el mayor grupo de España.
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Con el final de este año se cerrará el ejercicio en el que se han cumplido 300 años de la muerte del organista Cabanilles. Han sido numerosas las actividades en su honor, pero quizás el mayor homenaje es que el órgano siga extendiendo sus notas en medio de la sociedad valenciana.
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