

Secciones
Servicios
Destacamos
FERNANDO AMAT
Lunes, 10 de junio 2013, 02:35
La esperanza se apuró hasta la penúltima jornada de Liga, pero el Orihuela ha pagado esta temporada muy cara su falta de gol cuando más lo necesitaba. El conjunto amarillo cerró su participación en la categoría de bronce del fútbol español con una goleada en contra en el que nada ya no había nada que jugarse ante el Español B en la última jornada de la campaña y cierra de esta manera el año más oscuro de las últimas seis temporadas. El 'annus horribilis' del cuadro oriolano se selló con un dramático empate ante el Villareal B en Los Arcos, aunque dependía de que sus rivales tropezasen varias veces para disponer de opciones cuando la temporada tocaba a su fin. La plantilla dejó pasar demasiadas oportunidades de oro a lo largo de los últimos meses, como las derrotas ante el Binissalem, el Mallorca B o el Constancia, que fueron claves para no salir del pozo del descenso.
Donde los escorpiones tuvieron que batirse el cobre no dieron la talla. Todo el mundo asume su parte de culpa, pero en la retina todavía se guarda el descenso administrativo que la Real Federación Española de Fútbol decretó el pasado verano. La temporada la empezó en Tercera División por méritos de otros gestores y el Orihuela tuvo que poner un contencioso administrativo que llegó tarde, puesto que la confección de la plantilla se hizo con menos presupuesto y aspiraciones más humildes que en las dos anteriores campañas.
La liga se inició con una desventaja de tres jornadas y como colista. El farolillo rojo fue merecido hasta que se pudo ganar el primer partido el 4 de noviembre. Corría la jornada trece y después de haber transcurrido dos meses y medio de competición liguera la afición ya sabía que iba a pasarlas más canutas que en los dos años de la anterior gestión de Antonio Felices, donde se pudo optar a la promoción de ascenso como un equipo revelación.
En un abrir y cerrar de ojos la grada pasó de pelear con los equipos punteros del Grupo III a ver a un equipo sumido en la parte baja de la tabla. De comandar la clasificación a estar en el pozo de las plazas de descenso. La drástica situación del equipo llevó a destituir a su primer entrenador de la pasada campaña, Sergio Inclán, que solo consiguió una victoria durante su trayectoria con el cuadro oriolano. Los empates se sucedieron uno tras otro y el Orihuela no conseguía marcarle ni al arco iris, como se dice en el argot futbolístico. Cabe recordar que el club de la Vega Baja no ha conseguido una racha de más de dos victorias seguidas, combinando solamente los empates con sus escasos triunfos, pero los siete partidos ganados no fueron suficiente renta para permanecer en la categoría de bronce del fútbol español.
La junta directiva pronto realizó fichajes de buen rendimiento como Alcolea, Fran Cortés, Queco Piña o Fali, pero se equivocó al traer a Fran Amado y Jonathan Sesma. Dos veteranos que incendiaron con sus desplantes un vestuario que estaba obligado a sufrir.
Estos jugadores fueron avalados por Nino Lema, un entrenador experimentado en estas lides y que había conseguido salvar al Benidorm o al Denia de desastres parecidos. Era el turno del gallego, que prometió más garra e intensidad y al que se trajo para poner orden en el vestuario. Los primeros tres puntos que sumó de una tajada fueron ante el Español B al final de la primera vuelta. Empezaba el 2013 y los propósitos se renovaban.
Con Lema la plantilla consiguió sumar más jornadas seguidas, al enlazar empates fuera de Los Arcos con triunfos en casa. Estos buenos resultados iniciales llevaron al Orihuela a salir de los puestos de descenso directo. La afición soñó con la salvación, pero la reacción se diluyó pronto y los jugadores volvieron por sus antiguos derroteros. El cuadro amarillo solo ha marcado 29 goles en 42 jornadas, por contra si que ha encajado más de un gol por partido, con un total de 44 tantos en contra.
Al juego le faltaba remate y materializar ocasiones de gol. El técnico oriolano dijo que «el gol se compra con dinero», y la afición empezó a recriminar que el combinado orcelitano abusaba mucho del juego directo. No se veía casi fútbol y todo el peligro llegaba a balón parado. El revulsivo del cambio de entrenador se anuló en Semana Santa por completo. Parte de la afición pidió el cambio de entrenador antes, pero cuando Miguel Ángel García 'Aroca' asumió las riendas del equipo no había tiempo o material para conseguir dar la campanada.
Felices dijo sobre la confección de la plantilla que «excepto uno de los que entró en septiembre el resto salieron en enero, hubo un cúmulo de circunstancias y también nos equivocamos con el entrenador». El dirigente dijo que «era complicado también para Aroca haber conseguido victorias con el Huracán, Alcoyano o el Olimpic».
Para Felices «la Liga la perdimos en casa del Mallorca B», y añadió que «en junio se decidirá si la actual junta directiva continua. Todavía no se ha pensado nada, sabemos que la afición está contenta con nuestro trabajo, pero se deben dar diferentes circunstancias».
El presidente denunció que en el aspecto arbitral «hemos tenido actuaciones terroríficas en la primera vuelta, y para cualquier trámite la Rfef nos han puesto muchas trabas, esto se ha ligado con jugadores que nos hemos tenido que comer con patatas», y afirmó que «tenemos que buscar un criterio para que no vuelva a pasar».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.