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ZOA SANZ
Jueves, 2 de enero 2014, 08:55
La conocida como 'matanza china' de Gandia fue uno de los sucesos más macabros ocurridos en la Comunitat. El 1 de enero de 1994 fueron descubiertos los cadáveres descuartizados de cinco súbditos asiáticos, tres de ellos vinculados familiarmente. Cuatro personas fueron asesinadas con un cuchillo de cocina y varias armas blancas en un piso situado en la calle Calderón de la Barca del municipio de la Safor y una mujer apareció con un hachazo en la cabeza en la nevera del restaurante Ciudad del Mar que los compatriotas regentaban en la Avenida de Valencia.
Han pasado justo 20 años del sangriento episodio, pero no se ha resuelto. El delito prescribió ayer y ha quedado sin culpables. Pese a los esfuerzos de los especialistas de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía, nunca se detuvo a Bing Hu, el único sospechoso del quíntuple crimen.
Una nota por «la memoria de alguien que murió hace veinte años» con la frase «no te olvidaremos» permaneció estos últimos días, junto a una vela, en el portal donde residían las víctimas de la calle Calderón de la Barca. El escrito, fechado el 27 de diciembre de 2013, lo firman «las familias de los muertos».
El suceso conmocionó a la ciudadanía, que nunca había asistido a una matanza de tal envergadura. «Quienes estuvimos aguantando horas hasta que se produjo el levantamiento de los cadáveres, nos dimos cuenta de la magnitud del suceso». Son palabras del periodista Miguel Pérez, que cubrió la noticia para LAS PROVINCIAS. «Jamás habíamos asistido a un crimen con tanto ensañamiento, con tanta sangre en los pasillos de la casa, en camas, ventanas y cuartos de baño», recordó Pérez.
El restaurante chino, que había anunciado a bombo y platillo la celebración de una fiesta de Nochevieja, permaneció cerrado la noche del 31 de diciembre de 1993. Un familiar de una de las víctimas, que residía en Tavernes, fue quien dio la voz de alarma y avisó a los efectivos. La Policía Local le ayudó a acceder al restaurante, donde descubrieron el cadáver. Posteriormente, se desplazaron a la casa, donde hallaron a las otras cuatro personas semidescuartizadas. A partir de ese momento, se inició una investigación en una época en que empezaba a asentarse la mafia china. No se descartó que el móvil hubiera sido una deuda de juego o un ajuste de cuentas. La versión oficial cuenta que tras el crimen del restaurante, el o los autores de los hechos se dirigieron a la vivienda para acabar con el resto. «O Bing Hu los mató a todos, o el sexto, que era él, pudo huir al llegar a casa y ver el panorama». Cuál fue el motivo de esta sangría y dónde está su autor sigue (y seguirá) siendo un misterio dos décadas después.
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